En una plaza de San Pedro todavía casi desierta, a las 7:30 de esta mañana han tañido las campanas anunciando la primera misa después de la larga pausa debido a la pandemia de covid-19. Los fieles han llegado a cuentagotas, muy pocos extranjeros, algunas monjas, varios sacerdotes, ningún turista. Hoy, en el centenario del nacimiento del papa Wojtyla, la Basílica de San Pedro ha vuelto a abrir sus puertas, tras haber realizado todas las operaciones de higienización en el interior y con las debidas precauciones y medidas de prevención en el acceso. El propio Papa Francisco ha pedido encarecidamente que se respeten las normas para evitar todo riesgo de contagio.

Para entrar en la Basílica, los fieles deben seguir un recorrido bajo la columnata de la derecha, marcado en el suelo con líneas amarillas para ayudar a mantener la distancia de un metro entre las personas de la cola. Al final del recorrido, un puesto sanitario espera a los fieles para tomarles la temperatura. Es un servicio que está a cargo de los voluntarios de la Orden de Malta, que gestionan el puesto de primeros auxilios situado a la izquierda de la columnata, en el llamado Braccio di Carlo Magno.

Dos voluntarios protegidos con una mascarilla, gafas, guantes y bata blanca, situados detrás de una barrera, toman la temperatura con un termómetro de infrarrojos a todos los fieles. A su lado, Domenico Arduini, responsable del puesto de primeros auxilios, comprueba el correcto funcionamiento de las operaciones y pone a punto los detalles. El servicio está activo desde las 7:30 de la mañana hasta las 6:30 de la tarde, horario en el que se puede acceder a la Basílica. Los voluntarios se organizarán para dar servicio todos los días, en dos turnos.

El puesto de primeros auxilios interrumpió su actividad habitual el pasado 9 de marzo, día en que entró en vigor el periodo de confinamiento en Italia. Cuando se vuelva a abrir el acceso a la plaza de San Pedro también por el interior de la columnata, en principio a partir del 3 de junio y para un número reducido de personas, el puesto deberá también reabrir sus puertas para prestar su habitual servicio de asistencia sanitaria a los fieles.

El puesto de primeros auxilios de la Orden de Malta, donde a día de hoy trabajan por turnos aproximadamente 90 voluntarios (40 médicos y enfermeros y unos 50 socorristas), fue creado con ocasión del Año Santo 1950, bajo el papado de Pio XII. Desde entonces, está abierto 365 días al año en la plaza de San Pedro, al servicio de los peregrinos, en estrecha colaboración con la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano.