La visita de una semana a Uganda y Sudán del Sur que ha efectuado una delegación de la Orden de Malta encabezada por el Gran Hospitalario Frey Alessandro de Franciscis ha llegado a su fin. Organizado para visitar algunos de los proyectos más importantes desarrollados en estos dos países por la Orden de Malta, el viaje del 16 al 23 de noviembre tenía también como objetivo reforzar los lazos diplomáticos e institucionales, así como identificar posibles áreas de intervención para futuras actividades humanitarias. Malteser International (MI), la organización internacional de ayuda de la Orden de Malta, lleva casi treinta años realizando numerosos proyectos médicos, sociales y de desarrollo agrícola ecológicamente sostenible en estos dos países de África Central y Oriental.

En Kampala, capital de Uganda, el Gran Hospitalario se ha entrevistado con la ministra de Sanidad, Jane Ruth Aceng, con quien ha analizado el trabajo de la Orden de Malta en el país y las perspectivas de cooperación futura en los ámbitos médico y humanitario. Encantada de conocer en persona a altos representantes de la Orden de Malta, la ministra ha declarado que «es un consuelo especial saber que su organización está basada en la fe cristiana». Por su parte, el Gran Hospitalario le ha hecho entrega de una carta del Gran Canciller de la Orden de Malta, Riccardo Paternò di Montecupo, en la que espera reanudar el diálogo con vistas a la posible apertura de relaciones diplomáticas con Uganda. El mismo día, 17 de noviembre, Frey Alessandro de Franciscis se ha reunido con el nuncio apostólico en Uganda, monseñor Luigi Bianco, que ha acudido a visitar la sede de Malteser International y a reunirse con el personal y los voluntarios.

La delegación estaba compuesta por los presidentes de 3 asociaciones diferentes de la Orden de Malta: Erich Lobkowicz, presidente de la Asociación alemana, Joris Voorst von Voorst, presidente de la Asociación neerlandesa, y Desiree Jebsen, presidenta de la Asociación de Honk Kong; a ellos se han sumado el presidente de Malteser Hilfsdienst, Georg Khevenhüller, el secretario general de Malteser International, Clemens Mirbach-Harff y Roland Hansen, coordinador para África de MI. Tras sus citas institucionales, la delegación ha iniciado a continuación una intensa gira por los principales proyectos de la Orden de Malta, primero en Uganda y después en Sudán del Sur.

En Kampala, la delegación ha visitado el Mapeera Bakateyamba Home, un centro de acogida que alberga a niños y también a ancianos indigentes y enfermos y a otras personas desfavorecidas. A continuación, ha sido el turno del Suubi Rehabilitation Center, un centro de rehabilitación para madres con hijos con discapacidades graves. Inaugurado en 2017, el centro atiende actualmente a 49 niños y aspira a seguir ampliándose.

A continuación, la delegación ha visitado el instituto de formación St. Michael Lubaga del Hospital de Kampala, con el que Malteser International colabora desde hace varios años. En él estudian 108 jóvenes para convertirse en enfermeros, comadronas y técnicos de laboratorio. Aquí se ha construido un nuevo dormitorio para alumnas con materiales sostenibles desde el punto de vista medioambiental. La delegación también ha podido presenciar un impecable ejercicio de primeros auxilios con la simulación de un accidente de tráfico y el rescate de los heridos.

Especialmente emotiva ha sido la visita al campo de refugiados Rhino Camp, en el norte de Uganda, donde viven casi 150.000 refugiados sursudaneses (datos de ACNUR), el 80% de los cuales son mujeres y niños. Aquí Malteser International suministra agua potable excavando e instalando pozos y promueve medidas de higiene para reducir la propagación de enfermedades, especialmente el cólera. La organización internacional de ayuda de la Orden de Malta también proporciona semillas para cultivos y hortalizas, herramientas agrícolas y de pesca y fomenta el aprendizaje de nuevas técnicas agrícolas. Gracias a este proyecto se han plantado 42.146 árboles frutales en los últimos tres años para ayudar a 4.000 familias.
En 2022, Malteser International también completó la construcción de centros escolares bajos en carbono utilizando paja de arroz hipercomprimida, producida en el norte de Uganda, en lugar de ladrillos de arcilla local cocida con carbón vegetal procedente de la quema de árboles. Este proyecto incluye la construcción de tres aulas para una escuela secundaria en el asentamiento de refugiados de Rhino y la creación de cinco edificios en la Escuela Técnica Profesional de Omugo, con el equipamiento correspondiente. Aquí, también los refugiados tienen acceso a la educación.
A su llegada a Sudán del Sur, la delegación ha visitado las salas de aislamiento y terapia neonatal construidas con la ayuda de Malteser International en el hospital público local de Yei y se ha entrevistado con el comisionado del condado para intercambiar información sobre las necesidades de esta zona tan pobre del país.
En Juba, la capital de Sudán del Sur, la delegación de la Orden de Malta se ha reunido con el encargado de negocios de la Embajada alemana, Björn Niere, con quien han abordado algunas posibilidades de cooperación. A continuación, el Gran Hospitalario ha visitado una escuela primaria en las afueras de Juba, donde también se distribuye una comida caliente a los niños, la única del día, y un centro de formación agrícola a orillas del Nilo.
Posteriormente, la delegación ha podido conocer de primera mano los proyectos de Malteser International destinados al desarrollo de programas WASH, para mejorar el suministro de agua y los servicios de saneamiento e higiene, y de reutilización de aguas residuales para el riego, como la Grey Water Tower, construida en colaboración con la agencia de cooperación alemana. Por último, otro proyecto nacido en el marco salesiano es una cooperativa de mujeres que tiene como objetivo su empoderamiento social y profesional, enseñándoles a preparar y hornear pan y a poner en marcha una cooperativa de panaderías.
Por la tarde, la delegación ha recibido a varios diplomáticos y políticos gubernamentales para, en encuentros distendidos, escuchar e intercambiar experiencias, propuestas y puntos de vista. Entre ellos se encontraban el ministro de Paz del Gobierno de Sudán del Sur, los embajadores de Gran Bretaña, los Países Bajos y la Unión Europea, responsables de la Cruz Roja Internacional y de varias agencias de las Naciones Unidas.
La misión ha finalizado el 22 de noviembre con un desayuno en la residencia del embajador de Estados Unidos, Michael J. Adler, en el que también han participado funcionarios de cooperación humanitaria y sanitaria del Gobierno de Estados Unidos que trabajan en Sudán del Sur, para un fructífero intercambio de ideas sobre posibles colaboraciones futuras.