Más allá de la importancia para la Iglesia y su misión, el viaje del Santo Padre a Francia, del 12 al 15 de septiembre, será recordado como ejemplo de la capacidad de movilización de la Orden de Malta, de sus voluntarios, del personal médico y de todos aquellos que permitieron su realización.
En París se juntaron 260.000 personas; cientos de miles en Lourdes, con un pico de más de 210.000 asistentes a la misa del domingo 14 de septiembre. En su ayuda, la Orden de Malta Francia movilizó a más de 120 voluntarios, personal de asistencia médica y logística. En París, donde el número de participantes superó las previsiones de los organizadores, se enviaron más de 40 voluntarios formados en primeros auxilios a los centros médicos instalados en la gran explanada de los Inválidos.
En Lourdes, en estrecha colaboración con el gobierno, la Cruz Roja y protección civil, la Orden de Malta contribuyó activamente en la organización del dispositivo, con 64 personas formadas en primeros auxilios y técnicos de logística, además de las infraestructuras necesarias: puestos médicos avanzados, vehículos eléctricos, camillas, oxígeno y equipos varios.
Además de los equipos médicos, fueron muchos los voluntarios de la Orden que respondieron al llamamiento de los organizadores de los dos días de visita del Papa al Santuario. Ochenta voluntarios participaron, distribuidos en todos los niveles de responsabilidad de la gestión de flujos y las medidas complementarias de acogida y seguridad.