Otra noche terrible en el Hospital de la Sagrada Familia de la Orden de Malta en Belén, en Palestina, habiendo sido atacado el pasado 25 de Octubre.

Hacia la una de la madrugada los tanques de guerra israelitas se han parado en el cruce de Beit Jala, a aproximadamente cincuenta metros de la entrada principal, y han abierto el fuego de artillería pesada con dirección al hospital. Puntando en alto, hacia el centro de la ciudad, han atacado la residencia de las monjas en el primer piso, dañando dos habitaciones, una de las cuales usada por nuestro técnico de laboratorio que, gracias a Dios apenas había salido de la habitación para efectuar unas pruebas urgentes en el laboratorio. La otra habitación estaba vacía. Se han disparado centenares de proyéctiles, que por decenas han atacado la estatua de la Virgen María encima de la capilla, destruyéndola completamente.

Se han caído en pedazos varias ventanas del residence de la caritas y los proyéctiles han atacado el asta de la bandera francesa. Han disparado también un mísil teleguiado con dirección al hospital, que ha atacado los muros de la capilla justo abajo de la estatua. Los fragmentos de la estatua y de los muros se han caído en el jardín, uno ha atacado la alarma contra incendio haciéndola funcionar y así aumentando el pánico al interior del hospital.

El fuego estaba dirigido a ciegas hacia el centro de la ciudad, muchos proyéctiles se han caído a los alrededores de la casa del Doctor Tabash, Director del Hospital, por el lado opuesto de la iglesia de los Salesianos.

También esta vez no ha habido ningún herido.

Belén es una ciudad fantasma. Todos los días se oyen disparos. Todas las actividades comerciales están cerradas, falta el agua desde hace unos días e interrumpen la electricidad más de una vez al día. Todos los bancos están cerrados, para muchos de sus dependientes vale el toque de queda. La gente ya no tiene más trabajo ni dinero.