Camisetas de todos los colores, mezcla de distintos idiomas, risas, oraciones, canciones, bailes, “cada día una fiesta, que se repite todos los días”, una fiesta de la amistad y la solidaridad: así es el Malta Camp 2019, el campamento de verano internacional de la Orden de Malta para personas con discapacidad y sus amigos voluntarios procedentes de 24 países.
Organizado por la Asociación alemana a los pies de la montaña Zugspitze en Baviera durante una semana, participan este año más de 500 personas entre trabajadores, voluntarios y discapacitados, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años. Han sido ellos, con sus sonrisas y su contagiosa vitalidad, quienes han acogido en la espléndida abadía benedictina de Ettal al Gran Maestre Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto, para una visita de tres días. Le han acompañado el Gran Canciller, Albrecht Boeselager, el Gran Hospitalario, Dominique de La Rochefoucauld-Montbel y el presidente de la Asociación alemana, Erich Lobkowicz.
Durante los distintos momentos de reunión, como los almuerzos o las actividades al aire libre, pero también las oraciones y las meditaciones, el Gran Maestre ha querido agradecer sinceramente la inmensa dedicacióny el esfuerzo organizativo de los jóvenes de la Orden.
“Intentad conservar la alegría que habéis experimentado en estos días y que llena vuestro corazón, y llevadla al mundo”, ha dicho Frey Giacomo durante la misa en la iglesia de San Cayetano en Mónaco, ante los participantes del Malta Camp y el ministro del Interior bávaro Joachim Herrmann, que ha apoyado firmemente este evento.
A la salida de misa, Chloe, una joven holandesa en silla de ruedas, repite varias veces, casi con miedo de no poder revivirlo: “It’s the greatest week in the year!” “¡Es la mejor semana del año!”. Su amigo y acomapañante Reinier, un chico de veinte años, explica: “Se entiende cuando se viene aquí. Crees que vienes a ayudar, pero luego vuelves porque, en realidad, también a nosotros nos ayudan”. Es justamente “el concepto de reciprocidad, que hace única la experiencia, el que representa el valor añadido, junto a la fe”, explica Frey Roberto, acompañante espiritual del equipo italiano.
El éxito de esta fórmula se ve también en las cifras: lanzado en 1983 con unos sesenta participantes, el campamento de verano Internacional cuenta hoy con más de 500 participantes, entre ellos 180 huéspedes discapacitados, y representa 40.000 horas de trabajo voluntario. Se trata de cuidados y atención constantes a los discapacitados por parte de los jóvenes voluntarios, para garantizar su bienestar físico, mental y espiritual.
El próximo campamento de verano internacional se celebrará en Italia, en Ciampino cerca de Roma, en agosto de 2020.