La guerra en Ucrania también tiene el rostro de un niño de 11 años que ha llegado solo a la frontera eslovaca, donde ha sido acogido y atendido por los voluntarios de la Orden de Malta. Originario de Zaporizhzhia, en el sureste del país, el niño ha viajado solo más de mil kilómetros con sólo una mochila roja, su pasaporte y un número de teléfono escrito en el dorso de la mano. La madre del niño, huérfano de padre, ha tenido que quedarse en Ucrania para cuidar de su propia madre, inválida. Gracias al número de teléfono escrito en la mano del niño, los voluntarios de la Orden de Malta han podido localizar a su hermano mayor, que se encuentra en Bratislava. Los dos hermanos han podido reunirse ya.
«Estoy muy agradecida, porque mi hijo ha salvado su vida», ha dicho su madre. «En Eslovaquia hay gente con un gran corazón», ha añadido, haciendo un llamamiento para salvar a los niños ucranianos de la guerra.
El número de refugiados que huyen de Ucrania desde el estallido de la guerra el pasado 24 de febrero ha superado ya los dos millones, la mitad de los cuales son menores. Más de 128.000 refugiados han llegado a Eslovaquia, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
«Nuestro servicio de ayuda trabaja las 24 horas del día. Nos ocupamos sobre todo de ofrecer un transporte a los refugiados, de buscarles alojamiento y de distribuir bebidas y comidas calientes en los puntos de entrada desde Ucrania, donde tenemos un puesto de primer contacto», explica Dominic Brichta, secretario de la embajada de la Orden de Malta en Eslovaquia, que actualmente participa en las operaciones de ayuda de la Orden en Eslovaquia.