Desde que se iniciaron los disturbios en Burundi, a mediados de 2015, cientos de miles de burundeses se han visto obligados a huir hacia los países vecinos en busca de seguridad: más de 140.000 de ellos se han refugiado Tanzania.
La situación es tensa, y no se prevé un cese de hostilidades a corto plazo. Según las estimaciones, a finales de 2016 el campo de Mtendele, en el noroeste de Tanzania, acogerá a 25.000 refugiados. Esta afluencia ha supuesto, y sigue siendo, una carga excesiva para las infraestructuras médicas locales. Para ayudar a mejorar la atención a mujeres embarazadas y a bebés y niños en el campo, Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, está construyendo un centro de maternidad que prestará asistencia a refugiados burundeses y habitantes locales.
El índice de mortalidad materna en Tanzania es sesenta veces superior al de los principales países Europeos y occidentales. Actualmente, las mujeres acuden en Mtendele a un centro de salud básico, donde es imposible realizar operaciones quirúrgicas. Cuando surgen dificultades durante el embarazo o el parto, las mujeres se ven obligadas a desplazarse 36 kilómetros por carreteras sin asfaltar, a menudo impracticables durante la temporada de lluvias, hasta llegar al hospital más cercano. Esto conlleva graves riesgos, incluso mortales, para las mujeres y sus hijos.
«Hemos analizado la situación del campo con nuestro socio local, y hemos decidido responder a la necesidad médica más urgente planteada por el jefe del servicio médico: mejorar la situación de las mujeres embarazadas en Mtendele, y ofrecerles un lugar donde puedan recibir tratamiento», afirma Iovanna Lesniewski, coordinadora de proyecto de Malteser-International-es.
El centro de maternidad abrirá en diciembre de 2016.