Desde las emergencias humanitarias en Siria, Irak, Sudán del Sur, hasta las crisis que pasan más desapercibidas en las portadas como Pakistán, Myanmar y la República Democrática del Congo: Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, detalla sus intervenciones humanitarias en 2016 en todos los rincones del mundo. Ha sido un año caracterizado por varias graves crisis que han forzado a millones de personas a abandonar sus hogares, haciendo que el total de personas desplazadas en el mundo llegue a un nivel nunca antes alcanzado: 65 millones.
«Nuestra prioridad sigue siendo ofrecer asistencia médica a las personas obligadas a huir de la violencia, en regiones donde los servicios sociales y médicos han quedado destruidos. Sin embargo, nuestra misión no termina ahí. Para responder a las necesidades de los refugiados y desplazados debemos también construir o reforzar las instalaciones en las regiones de acogida», explica el secretario general de Malteser-International-es, Ingo Radtke.
En el año 2016 se ha atendido a más de 1,6 millones de personas en uno de los 435 centros apoyados por Malteser-International-es en diversos lugares del mundo. Más de 186.000 mujeres han recibido asistencia médica antes y después del parto, y aproximadamente 178.000 personas han recibido alimentos, ropa, artículos de higiene o han sido alojadas en uno de los centros de acogida gestionados por los operadores humanitarios de Malteser-International-es.
Estos y otros datos figuran en el último Informe de Actividades, publicado por la organización humanitaria. Con sede central en Colonia, Alemania, está actualmente presente en 24 países con cientos de programas de asistencia médica y social, intervenciones en situaciones de desastre natural y proyectos de larga duración en apoyo a poblaciones víctimas de catástrofes, epidemias o conflictos.
Algunas intervenciones de 2016
En el norte de Irak, Malteser-International-es ofrece asistencia a los refugiados en Dohuk, Erbil y Nínive, y gestiona clínicas móviles que le permiten llegar a los municipios más remotos. Malteser-International-es ha lanzado también el programa «Cash for work», gracias al cual numerosas mujeres han podido participar en cursos de higiene y salud que les han permitido convertirse ellas mismas en formadoras, y ayudando a la población local a respetar normas de higiene que permiten evitar epidemias.
En Siria, Malteser-International-es apoya el hospital pediátrico de Alepo, cuyo servicio de cuidados intensivos neonatales lo convierte en un centro único en la región, preparado para atender a los bebés prematuros o afectados por graves patologías. El hospital cuenta también con un banco de sangre y una unidad de producción de oxígeno, que se distribuye a otros hospitales del país. Desde el comienzo del conflicto en 2011 hasta hoy, la violencia y los bombardeos han destruido la infraestructura médica del país.
La crisis humanitaria en Sudán del Sur, que no parece atenuarse, ha obligado a numerosas personas a refugiarse en campos de acogida, como en Wau, al noreste de la capital Juba. Allí Malteser-International-es promueve cursos sobre técnicas agrícolas y distribuye semillas, y ofrece también almuerzos gratuitos a aproximadamente 3.000 niños en edad escolar. En Juba, otros 2.000 niños reciben también alimentos, en un proyecto análogo. La organización trabaja también en la construcción de bombas que garanticen el abastecimiento en agua potable, y reparte jabón a 18.000 personas en los campos para ayudar a mejorar la higiene.
En Pakistán, uno de los países más pobres del mundo y a menudo escenario de desastres naturales, Malteser-International-es gestiona programas de formación para preparar a la población local frente a inundaciones y ciclones. Los proyectos tienen por objetivo reforzar a las comunidades locales y hacerlas autosuficientes, capaces de actuar en el momento adecuado para reducir los daños de posibles catástrofes.