Los violentos enfrentamientos en curso en Sudán del Sur desde finales del año pasado han provocado, según estimaciones de las Naciones Unidas, la huída de más de 1.300.000 refugiados. Las personas que abandonan sus hogares y que se ven obligadas a huir a países fronterizos, entre ellos Uganda, son más de 300.000.

En el campo de refugiados de Rhino del norte de Uganda opera el equipo de Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Soberana Orden de Malta, que está intensificando sus operaciones de asistencia a refugiados. Gracias a una reforma estructural de las cañerías y de las fuentes de agua, llevada a cabo en colaboración con la población local, cada día se distribuyen cerca de 20.000 litros de agua potable. El programa prevé también formación sobre higiene y la distribución de jabones y de kits de higiene para mejorar la situación sanitaria del campo de refugiados.

“Debido al número creciente de refugiados, hay una escasez dramática de aprovisionamiento en alimentos, agua, refugios y asistencia médica”, ha declarado Jan Gruss, director de programas para Sudán del Sur de Malteser-International-es. “El comienzo de la estación de lluvias deteriorará aún más la situación, porque las rutas embarradas obstaculizarán la llegada de la ayuda”.

En la región de Maridi, en el suroeste del país, donde Malteser-International-es trabaja por reforzar el sistema sanitario, la organización suministrará kits alimentarios y útiles de uso doméstico a 7.500 personas. Estas familias recibirán también semillas e instrumental agrícola que les ayudará a garantizar su suministro de alimento a largo plazo.