Un largo y cordial encuentro para reafirmar los fuertes lazos y la amistad que unen a Lituania y a la Orden de Malta desde hace treinta años: la primera ministra Ingrida Šimonytė ha sido recibida por Albrecht Boeselager, Gran Canciller de la Orden de Malta, el 3 de septiembre en la Villa Magistral de Roma. El encuentro se ha centrado en las excelentes relaciones bilaterales, la importante labor de los voluntarios de la Orden Maltiečiai en el país báltico y la situación internacional.
«Quisiera agradecerles el trabajo que realizan por mi país. Existen muchos problemas sociales que el Estado no puede resolver; por eso su compromiso de 30 años con la construcción de una sociedad civil más justa y cercana a los ciudadanos es indispensable y muy apreciado», ha afirmado la primera ministra. «La Cruz de la Orden de Malta se ha convertido en un signo universalmente reconocido en mi país. En Lituania, los Maltiečiai contribuyen a reducir la exclusión social y, durante la pandemia de coronavirus, han prestado asistencia a las personas más afectadas».
El Gran Canciller ha manifestado la satisfacción del gobierno de la Orden de Malta por el «constante y valioso apoyo prestado por las autoridades lituanas a nuestras actividades durante estos treinta años» y ha reiterado su «voluntad de reforzar la cooperación, también en el ámbito de la protección civil».
Han pasado 30 años desde aquel día de enero de 1991 en que los tanques soviéticos entraron en la capital, Vilna, para oponerse a la declaración de independencia del país báltico, la primera de las 15 repúblicas soviéticas en elegir ese camino. Ese mismo año se creó el cuerpo de voluntarios de la Orden de Malta, el Maltos Ordino Pagalbos Tarnyba. Las relaciones diplomáticas se establecieron en 1992. En los meses y años siguientes, los voluntarios de la Orden trabajaron sin descanso, siempre apoyados por la Embajada de la Orden en Lituania. En la actualidad, la Orden de Malta es una de las organizaciones sociales más apreciadas del país, con un amplio programa de asistencia a los sectores más vulnerables de la población, llevado a cabo por sus voluntarios en 40 ciudades.
Durante la reunión se ha tratado el tema de la inmigración ilegal a través de la frontera entre Lituania y Bielorrusia, así como las actividades de la Orden de Malta en este ámbito en numerosos países.