Hace 10 años, el 9 de julio de 2011, se fundó el Estado más joven de la tierra. Pero la situación es hoy peor que nunca para el pueblo de Sudán del Sur: el país se enfrenta a la peor crisis de hambruna en sus diez años de historia como nación. El conflicto, los desplazamientos, el cambio climático y la covid-19 han hecho que muchas personas pierdan sus medios de subsistencia. Como resultado, 7,2 millones de personas carecen de acceso a una nutrición adecuada, lo que supone más de la mitad de la población. Más de 100.000 personas están a un paso de la hambruna o ya la padecen.
La organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, Malteser-International-es, ayuda a la población local a seguir luchando. Un ejemplo es la familia de Regina Mabil, de 50 años, que cultiva cacahuetes en su pueblo de Agok. El personal de Malteser-International-es sobre el terreno distribuye semillas y equipamiento agrícola a los miembros de la aldea y los forma en buenas prácticas agrícolas, lo que les permite mejorar sus competencias.
La Orden de Malta, con su organización de ayuda, trabaja en el país desde 1996. En los últimos años, los programas se han centrado principalmente en la mejora del abastecimiento en agua, el saneamiento y la higiene, así como en la seguridad alimentaria y nutricional. Estas acciones se basan también en una sólida experiencia en el ámbito de la asistencia sanitaria, con actividades que incluyen la prestación de atención médica primaria y el tratamiento de la tuberculosis y la enfermedad del sueño.
Malteser-International-es también participa en el apoyo a los desplazados internos, garantizando la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional, en particular en el alumnado de la escuela primaria, y el aumento de las tasas de matriculación y permanencia en las escuelas, especialmente de las niñas.