El personal médico que apoya la organización internacional de ayuda humanitaria se ve obligado a abandonar el hospital de Alepo
«La situación en Alepo es extremadamente peligrosa, y el sufrimiento humano es indescriptible», afirma Sid Peruvemba, vicesecretario general de Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta. «Nuestra mayor preocupación es que se nieguen todos los derechos a la población civil que se encuentra en las zonas anteriormente bajo control de la oposición. Recibimos informaciones preocupantes sobre arrestos arbitrarios, detenciones masivas y personas que desaparecen sin dejar rastro». El personal del banco de sangre y del hospital pediátrico de la zona este de Alepo, ambos respaldados por Malteser-International-es, se ha visto obligado a interrumpir su trabajo y huir de los combates.
Aunque la toma de Alepo se ha convertido en un símbolo importante del equilibrio de poderes en la guerra civil en Siria, su conquista no significa en modo alguno que el conflicto haya terminado. Continúan los enfrentamientos, especialmente en el norte del país, y podrían incluso agravarse. La asistencia humanitaria sigue siendo una prioridad absoluta, para salvar vidas humanas. «Junto a nuestro socio sirio, distribuimos mantas y tiendas a aproximadamente 2.200 familias que lo han perdido todo en la batalla por Alepo, y que han huido y buscado refugio en la región vecina de Idlib», informa Sid Peruvemba.
Desde el jueves pasado, momento en que se dio luz verde a la evacuación de la población civil tras las conversaciones entre Turquía y Rusia, en torno a 6.000 personas han abandonado la ciudad. Sin embargo, Naciones Unidas habla de otras 50.000 personas, al menos, aún atrapadas. Malteser-International-es presta, desde 2013 y en colaboración con organizaciones locales, servicios de asistencia sanitaria primaria y secundaria a los desplazados internos en la frontera entre Siria y Turquía.
También la Asociación libanesa de la Orden de Malta ha intensificado la atención médica y social a los numerosos refugiados sirios presentes en el país. Unidades médicas móviles garantizan la distribución regular de fármacos y material sanitario, y llevan la asistencia sanitaria a toda la población.
