Desde la promulgación de la nueva constitución nepalí, las fricciones políticas han desatado un conflicto en la región de Terai. Seis meses después del devastador seísmo, los bloqueos en la frontera entre India y Nepal dificultan aún más los esfuerzos humanitarios de la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, Malteser-International-es. “Los camiones con material de construcción llevan seis semanas en la frontera”, explica Arno Coerver, coordinador de Malteser-International-es en Katmandú. “Hay atascos de 7 a 10 kilómetros de longitud. Necesitamos estos materiales cuanto antes en los pueblos alejados, que se encuentran entre 700 y 2.000 metros de altitud”.
Frente a la llegada del invierno, Malteser-International-es prepara programas de ayuda para los distritos de Sindhupalchok y Kavre, al noreste de la capital. “En invierno el límite de las nieves perpetuas cae hasta los 2.000 metros, lo cual tendrá un impacto sobre algunos de nuestros proyectos”, prosigue Coerver. En cooperación con los habitantes, se están construyendo albergues para el invierno equipados con energía solar y estufas sin combustión que hacen las veces de radiador y cocina. Se distribuirán además materiales de construcción y aislamiento, colchones y alimentos básicos a otras 1.250 familias muy necesitadas.
Durante estos seis meses después del terremoto, Malteser-International-es ha hecho llegar la ayuda a 70.000 personas, un volumen total de un millón de euros para todo el proyecto. Más de 10.000 familias, unas 62.000 personas, han recibido alimentos básicos, artículos de higiene, lonas de protección y herramientas, así como ayuda para desescombrar sus hogares y sus localidades. Desde finales de mayo, el hospital de campo dirigido por Malteser-International-es en Lamosanghu, cerca de la frontera china, ha atendido a unos 7.500 heridos y enfermos. Además de la reconstrucción de hogares y centros comunitarios y de la asistencia médica en el hospital de campaña, el objetivo de esta iniciativa es poner a disposición más centros y más equipos médicos, la reparación de la red de abastecimiento de agua, el apoyo psicológico y los proyectos de ingresos para las víctimas.