Los médicos prestan atención sanitaria gratuita como voluntarios y los pacientes no tienen que pagar las recetas médicas: el ambulatorio que la Orden de Malta ha inaugurado recientemente en Sanremo (Imperia), al igual que el que ya está funcionando en Génova, es un centro “reservado para los necesitados y las familias sin acceso a la sanidad pública”, personas cuya situación es relativamente inusual en Italia.
Este servicio está dirigido a la población inmigrante y a todas aquellas personas que no pueden inscribirse en la Administración Sanitaria Local (ASL), lo que supone un riesgo para su salud y la de sus familias. Se ha comprobado que algunas de las personas que se encuentran a la espera de obtener el permiso de residencia o que no pueden acceder a la sanidad pública padecen tuberculosis, una enfermedad infecciosa que ya se creía erradicada en Italia y que, de nuevo, vuelve a amenazar a la población, especialmente, a los niños.
La Asociación de Médicos Católicos Italianos (AMCI) y la Orden de Malta son los impulsores de esta iniciativa. Asimismo, la Administración Sanitaria Local de Imperia se ha comprometido a proporcionar al ambulatorio los suministros médicos necesarios.