Como marca la tradición, el 24 de junio la Orden de Malta ha celebrado su santo patrón.
En Roma, el Lugarteniente del Gran Maestre Frey Marco Luzzago, junto con el Consejo Soberano, ha asistido a la Santa Misa en la Basílica de los Santos Bonifacio y Alexis en la colina del Aventino. Gracias a la notable mejora de las condiciones sanitarias, la ceremonia ha podido contar de nuevo con la presencia del cuerpo diplomático acreditado ante la Soberana Orden de Malta.
El delegado especial del Papa ante la Orden de Malta, el cardenal Silvano Maria Tomasi, ha presidido la solemne celebración, recordando en su homilía que el 24 de junio es una fecha importante para el cristianismo. La Iglesia celebra sólo tres natividades: la de Cristo, la de la Virgen y la de Juan Bautista. Lo cual indica la importancia de San Juan Bautista, que ocupa una posición eminente en la lista de los santos. Al comentar la liturgia, el cardenal ha destacado «la importancia de ser buenos cristianos, testigos de la fe». Refiriéndose en particular a los miembros de la Orden de Malta, les ha recordado su compromiso de contribuir a la santificación del mundo mediante las obras de misericordia y su propio ejemplo de vida.
Al término de la ceremonia religiosa, el Lugarteniente de Gran Maestre, junto con el Gran Canciller Albrecht Boeselager, ha saludado a los embajadores presentes uno por uno.
La festividad del santo patrón se celebra en los Grandes Prioratos, asociaciones, embajadas y cuerpos de ayuda de la Orden de Malta en los cinco continentes.