En su 40º viaje apostólico, el Papa Francisco viajará a la República Democrática del Congo del 31 de enero al 3 de febrero, para después pasar dos días en Sudán del Sur, hasta el 5 de febrero. El Pontífice viajará primero a Kinshasa, donde se reunirá con las autoridades del país, con víctimas del conflicto en la zona oriental y con representantes de la sociedad civil y organizaciones caritativas. Es la primera vez en 37 años que un Papa viaja al país y, como explica el embajador de la Orden de Malta en la RDC, Geoffroy de Liedekerke: «La población de la RDC está impaciente por dar la bienvenida al Papa Francisco. En un país donde al menos el 50% de la población es cristiana, la acogida prevista para el Santo Padre estará a la altura de la gran hospitalidad y la alegría legendarias del pueblo congoleño. Según las últimas informaciones, las autoridades estiman que habrá 3 millones de participantes. Se trata de un verdadero reto organizativo».

La Orden de Malta lleva activa en la RDC desde los años ochenta, con relaciones diplomáticas oficiales desde 1987. A su establecimiento siguió un acuerdo de cooperación humanitaria firmado en 1993, que sigue en vigor y permite a numerosas congregaciones religiosas, diócesis y asociaciones caritativas recurrir a la embajada de la Orden para facilitar la importación de material humanitario.

Tras los trágicos acontecimientos de 1994 en Ruanda, Malteser International (la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta), Ordre de Malte France y Order of Malta Belgium International Aid llegaron al Congo para proporcionar ayuda a los refugiados ruandeses acogidos en los campos del este del Congo, especialmente en Bukavu y Goma. Desde entonces, estas tres entidades de la Orden de Malta han mantenido su presencia en la RDC a través de diversos programas humanitarios.

«Desde los acontecimientos de 1994 en Ruanda, el este de la RDC está desestabilizado, lo que ha permitido que grupos armados se asienten allí y cometan abusos en los pueblos y comunidades locales. Desde su oficina regional de Bukavu (Kivu del Sur), Malteser International (MI) ha lanzado numerosos programas humanitarios para ayudar a las poblaciones desplazadas y a las víctimas de la violencia sexual», afirma el embajador.

En la actualidad, MI dirige los programas desde su oficina regional de Kampala (Uganda) y acaba de incorporarse a un nuevo programa de salud financiado por la Unión Europea. MI participó en el diagnóstico y la campaña de vacunación durante la epidemia de covid-19 y también dio formación a un equipo de emergencias para luchar contra la epidemia del ébola.

Ordre de Malte France aporta su ayuda a congregaciones religiosas en Bukavu, el centro del Congo y Kinshasa, donde apoya hogares para niñas y niños vulnerables. Order of Malta Belgium International Aid cuenta con un programa para rehabilitar la infraestructura médica de la isla de Idjwi (lago Kivu, en la provincia de Kivu del Sur), la maternidad de Kihumba en el norte y el hospital de Monvu en el sur.

Desde 2018, gracias al apoyo de dos fundaciones privadas, la Embajada de la Orden de Malta en la RDC gestiona un programa de rehabilitación en el Hospital Rey Balduino de Kinshasa, cuyo objetivo es ofrecer asistencia sanitaria de calidad a la población desfavorecida de Masina. El 11 de noviembre de 2022 se inauguró el nuevo edificio de la policlínica.

La población de la RDC necesita muchas cosas, explica Geoffroy de Liedekerke: «Para poner las cosas en perspectiva en relación con las décadas de conflicto en el este del Congo, parece que lo más urgente es la estabilización y un retorno sostenible a la paz. En este sentido, desde hace varios años la mayoría de los donantes ya no financian programas de emergencia en el este de la RDC, sino programas de desarrollo sostenible».

La Orden de Malta también está presente en Sudán del Sur, que recibirá al Papa Francisco tras su visita a la RDC. «La Iglesia católica de Sudán del Sur tiene mucho interés en preparar debidamente esta visita tan esperada. La ciudad de Juba ha invertido incluso en una nueva calle asfaltada que conduce a la Nunciatura, lo cual es llamativo porque en todo el país solo están asfaltados unos cientos de kilómetros de calles y carreteras», afirma el embajador de la Orden de Malta en Sudán del Sur, Wilhelm von Trott zu Solz.

Malteser International trabaja en Sudán del Sur desde 1996 y está firmemente comprometida a mejorar las condiciones de vida de los sursudaneses. Los proyectos se centran en el acceso seguro al agua, el saneamiento y una nutrición adecuada.

Con el apoyo de la Embajada de la Orden de Malta, Malteser International también participa en la ayuda a los desplazados internos, garantizando una mayor seguridad alimentaria y nutricional, en particular para el alumnado de primaria, y aumentando los índices de matriculación y permanencia en las escuelas, especialmente de las niñas.

La Embajada de la Orden de Malta también es fundamental para las importaciones al país, afectado por disturbios desde 2013, cuando se produjeron violentos enfrentamientos entre el gobierno y la oposición. Desde entonces, 3,6 millones de sudaneses han huido de sus hogares y aldeas y la situación sanitaria ha empeorado dramáticamente.