La Soberana Orden de Malta llora el fallecimiento de Su Santidad el Papa Emérito Benedicto XVI y recuerda con profunda gratitud su generoso apoyo a sus obras y el servicio que prestó a la Iglesia.
Fue en 1999 cuando el entonces cardenal Joseph Ratzinger fue admitido en la Soberana Orden de Malta con el grado de Bailío Gran Cruz de Honor y Devoción por el Gran Maestre Frey Andrew Bertie. A lo largo de su pontificado, Benedicto XVI mostró un gran interés por las obras de la Orden de Malta al servicio de los más necesitados y siguió de cerca sus actividades en los cinco continentes. El 2 de diciembre de 2007 celebró una misa en el Hospital San Juan Bautista de Roma, en presencia del entonces Gran Maestre, de pacientes, miembros y voluntarios de la Orden. Visitó las distintas salas y saludó cordialmente a los pacientes, sus familias y el personal médico.
Pocos días antes de su dimisión, el 9 de febrero de 2013, el Papa Benedicto XVI celebró el 900 aniversario de la bula papal de 1113 que reconocía a la Orden de Malta. Dirigiéndose a los Caballeros, Damas y voluntarios en la Basílica de San Pedro, afirmó: «Desde sus comienzos, vuestra Orden se ha distinguido por la fidelidad a la Iglesia y al Sucesor de Pedro, así como por su irrenunciable perfil espiritual, caracterizado por el elevado ideal religioso. Seguid avanzado por este camino, dando testimonio de manera concreta de la fuerza transformadora de la fe». Observó también cómo «respecto a otras organizaciones comprometidas en el ámbito internacional en la asistencia a los enfermos, en la solidaridad y la promoción humana, vuestra Orden se distingue por la inspiración cristiana que debe orientar constantemente el compromiso social de sus miembros. Conservad y cultivad este rasgo característico, y actuad con renovado ardor apostólico, siempre con una actitud de profunda sintonía con el Magisterio de la Iglesia. Vuestra preciosa obra benéfica, articulada en varios campos, y que se lleva a cabo en diversas partes del mundo, concentrada principalmente en el servicio al enfermo con estructuras hospitalarias y sanitarias, no es simple filantropía, sino la expresión eficaz y el testimonio vivo del amor evangélico».
Expresando su pésame personal y el del Consejo Soberano, el Lugarteniente del Gran Maestre, Frey John Dunlap, ha pedido a todos los miembros de la Orden de Malta que eleven sus oraciones por el alma de este gran servidor de Dios y de su Iglesia.