La Orden de Malta lleva seis años presente en la región de Kavango, al norte de Namibia, junto a la frontera con Angola. Con sus 200.000 habitantes, es una de las regiones de Namibia con más alto índice de incidencia del VIH/Sida. La esperanza de vida no supera los 40 años. En la comunidad hay muchos más niños que adultos, y se estima que 24.000 de ellos son huérfanos.

La Delegación de Pisa de la Orden de Malta, acompañada por la Embajada de la Orden en el país, colabora en un proyecto de desarrollo y de asistencia coordinado. Es un proyecto adaptado de ayuda a las viudas seropositivas y a los jóvenes huérfanos, que les ayuda a encontrar trabajo a través de acciones de formación y que incluye un programa alimentario. En el hostal Mururani, que alberga a 140 niños y niñas de entre 7 y 12 años, se han renovado los dormitorios, las duchas y los sanitarios, y se han financiado las matriculas, los uniformes, el material escolar y los almuerzos.

La Orden de Malta se ha responsabilizado recientemente del comedor en el santuario de huérfanos Kehemu, que ofrece 250 almuerzos diarios. Este santuario está siendo ampliado, para incluir dormitorios y baños para estos niños, que por el momento duermen en las calles y corren un alto riesgo de sufrir malos tratos y abusos.

En noviembre, dos pediatras, un médico generalista y un dermatólogo examinaron a 320 niños y algunos ancianos, lo que permitió confirmar una situación sanitaria desastrosa. En colaboración con el Ministerio de Salud de Namibia, se está intentando poner en pie un programa sanitario a largo plazo con médicos voluntarios.