Pakistán vive una situación de alerta: los 1,3 millones de refugiados que hace un año tuvieron que dejar sus hogares por los violentos enfrentamientos entre talibanes y el ejército gubernamental en el noroeste del país se encuentran en una situación de peligro. Malteser-International-es denuncia a través del Foro Humanitario de Pakistán (PHF) que el fin de la crisis no está cerca.
La falta de financiación pone en peligro la continuidad de las actividades de asistencia para estos refugiados, que llevan un año sin hogar y dependen de la ayuda de emergencia para sobrevivir. Si la situación persiste, las organizaciones humanitarias se verán forzadas a dar por terminados sus proyectos el próximo mes. Desde mayo de 2009, el cuerpo de ayuda internacional de la Orden de Malta ha estado prestando atención sanitaria básica y distribuyendo kits de supervivencia entre los cerca de 100.000 retornados de la zona noroeste de Pakistán que se han visto obligados a huir de la violencia que asola el Distrito de Swat.
“Los tres equipos sanitarios de Malteser-International-es, formados por doctores, comadronas y enfermeros, atienen cada día a más de 300 pacientes” explica Jürgen Clemens, al frente de los proyectos en Pakistán de Malteser-International-es. “Las principales urgencias consisten en atender a mujeres y niños que sufren diarrea y enfermedades respiratorias agudas” añade. Además, se han dado nuevos casos de polio y de sarampión, por lo que el cuerpo de ayuda internacional de la Orden también ha iniciado campañas de vacunación. “Necesitamos urgentemente más financiación para nuestros proyectos sanitarios más básicos. Resulta verdaderamente alarmante que el llamamiento de las Naciones Unidas para logar más financiación para los programas de auxilio a los refugiados no esté recibiendo la atención que se merece” concluye Clemens.