Según las últimas estimaciones, hay más de 300 fallecidos. Llamamiento del Papa.
“Se puede decir lo que se quiera, pero cuando uno está en una lancha con un mar de fuerza 8 y va a socorrer un bote neumático medio deshinchado y medio hundido a más de 100 millas, tiene más posibilidades de no encontrar a nadie que de salvar vidas”. Son palabras de Mauro Casinghini, director nacional del Cuerpo italiano de socorro de la Orden de Malta, ante la nueva tragedia frente a las costas de Lampedusa, en la que han perdido la vida más de 300 personas.
Un balance que empeora a medida que pasa el tiempo, con los testimonios de los supervivientes que hablan de cuatro botes neumáticos salidos de Trípoli, en los cuales embarcaron 460 refugiados, entre ellos mujeres y niños, en su mayoría procedentes de Costa de Marfil, Senegal y Níger.
Uno de los botes se habría hundido a pocas millas de la costa libia debido al mal estado de la mar, mientras que otro se habría deshinchado poco a poco, y el tercero habría empezado a llenarse de agua. Los guardacostas italianos consiguieron el pasado lunes rescatar al cuarto bote con más de cien inmigrantes a bordo. 29 de ellos han fallecido por hipotermia. A bordo de la lancha salvavidas embarcaron también médicos, enfermeros y socorristas del Cuerpo italiano de socorro de la Orden de Malta, que desde 2008 están presentes en la isla de Lampedusa con equipos embarcados en las lanchas de la guardia costera, las de la Marina y las de la Guardia de Finanzas.
“Ninguna otra embarcación, incluso de mayores dimensiones que esta lancha neumática de tipo 300, las de caucho naranja, hubiera podido acudir más rápidamente en auxilio de los inmigrantes, ya en circunstancias difíciles y extenuados” ha afirmado Mauro Casinghini. “La tripulación de la que forma parte el personal de la Orden de Malta ha hecho un milagro, rescatando de una muerte segura a al menos 70 personas que, sin la intervención de las lanchas salvavidas, se habrían sumado a los cientos de fallecidos que yacen en el fondo del Mediterráneo”.
Como en otras ocasiones dramáticas, un equipo de psicólogos del Cuerpo de socorro de la Orden de Malta ha sido enviado a Lampedusa para asistir a los equipos de la guardia costera y a los médicos y enfermeros de la Orden ya presentes.
También el Papa Francisco ha lanzado un llamamiento durante la audiencia del miércoles en la Plaza de San Pedro, donde ha expresado su profundo dolor por esta enésima tragedia en el mar, y ha añadido: “Deseo asegurar mi oración por las víctimas y alentar nuevamente a la solidaridad para que a nadie le falte la ayuda necesaria”.