Durante más de 60 años, el estado de Kayin (también conocido como Karen State) en el sudeste de Myanmar, ha sido el escenario de un violento conflicto que ha obligado a cientos de miles de personas a la fuga. Recientemente se han recorrido algunos pasos importantes hacia la paz: la apertura política del país, seguida de intensas negociaciones, ha llevado a un acuerdo de alto el fuego entre el gobierno y la Unión Nacional Karen (KNU): el final de esta larga guerra civil podría estar próximo.
Para los residentes del Estado Kayin, y para más de 100.000 desplazados internos y 150.000 refugiados que viven al otro lado de la frontera en Tailandia, estos cambios podrían significar la esperanza de una vida mejor.
Si la paz se revelase duradera, de hecho, los refugiados Kayin podrían volver pronto a casa. Pero les esperaría una triste realidad: tras un conflicto decenal, las infraestructuras sociales del Estado son muy escasas y la región se encuentra entre las más pobres de Myanmar. El probable regreso al país del sudeste asiático de centenas de refugiados representa un gran desafío para las comunidades que los recibirán, que no están preparadas para acoger a pacientes, estudiantes y residentes.
“El proceso de paz puede tener éxito y ser sostenible si las condiciones sociales y económicas en las zonas de conflicto están suficientemente mejoradas para acoger a los repatriados y a todos los demás grupos étnicos de la región” afirma Maren Paech, Desk Officer senior para Myanmar de Malteser-International-es, la Agencia de Ayuda Internacional de la Orden de Malta para las ayudas humanitarias.
Con el objetivo de responder a las exigencias de las 84 aldeas del Estado de Kayin, Malteser-International-es ha puesto en marcha un programa en la región en los sectores de la sanidad, agua y servicios higiénico-sanitarios, infraestructuras sociales, reducción del riesgo de catástrofes y de los derechos humanos.
En colaboración con la agencia humanitaria ADRA Myanmar y con la contribución financiera de la Comisión Europea y del Ministerio Federal alemán para la Cooperación y el Desarrollo Económico, será reforzada la capacidad de los habitantes de las aldeas por medio de cursos de formación higiénico-sanitaria y campañas de sensibilización. Además se mejorará el acceso a la sanidad y a los servicios higiénicos con la construcción de servicios y nuevos sistemas de abastecimiento hídrico y se favorecerá la creación de grupos de soporte para las madres y comités para el agua. Una escuela y cinco centros de asistencia sanitaria se encuentran en construcción, con servicios higiénicos y con un ambiente limpio dotado de agua potable. Las estructuras también pueden funcionar como centros de evacuación en caso de calamidad. Además, un equipo de Malteser Internacional llevará a cabo seminarios sobre los Derechos Humanos para los residentes, para permitir que la población local identifique y prevenga los abusos entre las partes en conflicto.
Malteser Internacional da asistencia a los refugiados Karen a lo largo de la frontera entre Tailandia y Myanmar desde 1993. Ha ofrecido asistencia sanitaria a más de 30.000 personas en dos campos de refugiados en Thailandia. Malteser Internacional trabaja además a estrecho contacto con las autoridades de Myanmar en otra serie de proyectos en el país, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de la población local.