Queridos miembros de la Orden
Quisiera desearles a todos un muy feliz y provechoso año nuevo y agradecerles, a todos y cada uno, la maravillosa labor que siguen desempeñando en nombre de nuestra Orden.
A pesar de los numerosos avances de la sociedad, seguimos recibiendo las llamadas de ayuda de hambrientos, pobres y afligidos, que inspiran nuestra vocación de hospitalarios. En los últimos años he tenido el privilegio de visitar muchos de los proyectos que dirigen con tanta dedicación los miembros de la Orden y en todos ellos he podido comprobar cómo nuestros miembros, nuestros voluntarios, nuestros jóvenes, inspirados por su alegría y caridad, ofrecen atención y amor a aquellos que sufren.
En estos tiempos difíciles, les insto a tener siempre en mente la maravillosa espiritualidad que, como Orden laica religiosa, forma parte indisoluble de nuestra vocación de servir a los enfermos. Que este año que empieza se caracterice por un testimonio cristiano coherente, en cualquier situación, como nuestro amado Propatrono, SE el arzobispo Paolo Sardi, señaló en su primer mensaje navideño. Esta aspiración forma parte de nuestra misión; en su desempeño, estoy seguro, nuestros esfuerzos unidos aumentarán nuestra fuerza.
Nuestro trabajo en nombre de Cristo me llena de orgullo, así como nuestro compromiso y nuestros logros. Estoy orgulloso de todos ustedes, que hacen realidad este sueño, nuestra amada Orden. Les deseo un año nuevo lleno de júbilo, de dedicación religiosa y de ayuda a los necesitados.
Frey Matthew Festing