Queridos hermanos y hermanas, queridos benefactores de la Orden de Malta en todo el mundo,

La Navidad es tiempo de alegría, de luz y de esperanza. Abramos nuestros corazones al Hijo de Dios, acojámoslo reconociendo sus pasos entre los de los hermanos que nos acompañan, especialmente los más ancianos, los enfermos y los necesitados. Esforcémonos para que también durante estas fiestas tan importantes para nosotros, creyentes, nuestro esfuerzo de solidaridad no decaiga.

La Navidad me brinda la ocasión de agradecer por su trabajo y por su compromiso de todo un año al servicio de quien lo necesita a todos nuestros miembros, voluntarios y trabajadores de nuestros centros médicos y organizaciones de ayuda. Quisiera dedicar un pensamiento a aquellos de ustedes que trabajan en las zonas más peligrosas del planeta, por causa de guerras, hambrunas o desastres naturales.

Ustedes llevan nuestra cruz octogonal en las distintas regiones del mundo, al lado de los que sufren. El nuestro es un símbolo cada vez más apreciado en las situaciones complicadas, donde es necesario promover el diálogo y conseguir hacer llegar la ayuda a quien nada tiene. Representan ustedes la esperanza de millones de personas. Esta es la esencia de la misión histórica de la Orden de Malta, desde siempre: «Tuitio fidei et Obsequium pauperum».

En estos últimos meses he podido reunirme varias veces con el Santo Padre y me es grato compartir con ustedes su interés constante y su aliento para que sigamos reforzando la misión de la Orden. Es para mí una fuente de satisfacción y de inspiración representar en Italia y en el extranjero a una institución que trabaja en unidad y armonía para realizar su insigne misión.

También en 2019 hemos registrado una intensa actividad diplomática. En especial, durante mis visitas a Eslovenia, Alemania y Bulgaria, y en los encuentros con las numerosas personalidades extranjeras recibidas en el Gran Magisterio, he subrayado la importancia del diálogo, de la solidaridad, de la acogida, del respeto recíproco y de la comprensión.

Este último año hemos tenido también una intensa actividad de peregrinaciones y de campamentos de verano para jóvenes discapacitados, celebrados en muchos lugares del mundo. Es siempre una gran alegría poder participar y ver con mis propios ojos el verdadero espíritu que anima a los más jóvenes de nuestra familia religiosa.

2020 será un año muy importante para la Orden de Malta: el 3 de septiembre de 2020 se cumplirán 900 años desde el fallecimiento de nuestro fundador, el Beato Gerardo. Conmemoraremos este importante aniversario durante la peregrinación internacional a Tierra Santa que se celebrará la segunda semana de noviembre. Pido a nuestros Grandes Prioratos, Subprioratos y Asociaciones nacionales que organicen ceremonias religiosas en recuerdo de nuestro fundador, en el día exacto de su ascensión al cielo.

Es mi esperanza que en 2020 podamos también conseguir, avanzar nuevos pasos para la reforma de nuestra Orden.

Les deseo a todos ustedes y sus familias que la Santa Navidad sea fuente de alegría y de serenidad.

Un saludo fraternal,

Frey Giacomo Dalla Torre