Con las Navidades a la vuelta de la esquina, quisiera enviar a todos los miembros de la Orden mis mejores deseos de una Navidad pacífica y un próspero Año Nuevo.
Este año, como todos los años, la Orden ha llevado a cabo numerosas acciones en ayuda a los necesitados, los pobres y los enfermos. Entre las actividades dedicadas a las poblaciones víctimas de desastres naturales, las más significativas se desarrollaron en Perú, tras el gran terremoto del verano pasado, así como en Burkina Faso y en México, tras las violentas lluvias que provocaron inundaciones. En todas estas tragedias, nuestras Asociaciones nacionales y Malteser-International-es, con la ayuda de voluntarios de los cuerpos locales de ambulancias, intervinieron con celeridad, enviando medicamentos, equipos y productos básicos a las poblaciones afectadas. Además de la gestión de dichas emergencias, la Orden prosiguió con su inagotable asistencia médica y social en 120 países.
Los eventos más significativos de 2007 incluyeron la visita histórica de Su Santidad Benedicto XVI al Hospital San Juan Bautista en Roma, y la peregrinación a Tierra Santa.
La reciente visita del Santo Padre a nuestro hospital en Roma fue un acontecimiento de una profunda espiritualidad y una emoción intensa para la Orden. Durante la misa celebrada por Su Santidad por los enfermos, sus familias y los médicos, voluntarios y miembros de la Orden, el Papa nos entregó simbólicamente su última Encíclica, Spe Salvi, con palabras de fe para los que sufren y aquellos que intentan aliviar su sufrimiento. Para la Orden fue un gran privilegio poder recibir al Santo Padre.
La peregrinación a Tierra Santa en octubre, realizada por 1350 miembros de la Orden, fue otro evento histórico. La visita a los lugares santos de Jerusalén, cuna de la cristiandad y de nuestra institución, fue una oportunidad para la contemplación, en un ambiente de profunda espiritualidad. Otro hito este año, la visita de nuestro Hospital Maternal de la Sagrada Familia en Belén, que sigue ofreciendo su asistencia en una de las regiones más convulsas del globo.
Quisiera dar las gracias a todos los que ofrecen sus oraciones, su tiempo y su ayuda a nuestra amada Orden, y, una vez más, desearles a todos unas Navidades llenas de paz y serenidad.
Frey Andrew Bertie