Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, junto con otras muchas agencias humanitarias que trabajan en Haití, ha expresado su preocupación por la escala de la crisis alimentaria que ha reflejado la publicación sobre seguridad alimentaria de la Coordinadora Nacional de Seguridad alimentaria (CNSA) y el Ministerio de Agricultura del país. En la actualidad, el 35% de la población de Haití necesita ayuda alimentaria de emergencia (3,67 millones de personas). Si no se toman medidas inmediatamente, esa cifra llegará a los 4,10 millones de personas entre marzo y junio de 2020, es decir el 40% de la población de Haití.
El aumento del precio de la materia prima, la depreciación de la gurde haitiana con respecto al dólar americano, la sequía persistente, la inestabilidad sociopolítica y el deterioro de las condiciones de seguridad limitan el acceso de la población más pobre a los alimentos. Estas personas se ven forzadas a adoptar estrategias de supervivencia tóxicas, que destrozan sus vidas.
En algunos lugares se llega a niveles sin precedentes de inseguridad alimentaria, mientras las organizaciones humanitarias y otros actores se enfrentan a un acceso cada vez más difícil debido al deterioro de las condiciones de seguridad. Es el caso de la zona metropolitana de Puerto Príncipe, donde el porcentaje de población en situación de crisis alimentaria de emergencia varía entre el 15 y el 50%. La sequía de 2018, que duró hasta mediados de 2019, condujo a una disminución de la producción agrícola de hasta el 12% en varias regiones del país.
Basándose en las recomendaciones de la Coordinadora Nacional de Seguridad alimentaria (CNSA), las organizaciones humanitarias han lanzado un llamamiento para que se garantice el acceso a alimentos a la población más afectada, priorizando la adquisición de productos locales para evitar agravar la crisis económica, y para que se tomen medidas inmediatas para prevenir la malnutrición y atender a las personas con malnutrición severa, especialmente los niños. Esta asistencia inmediata debe venir acompañada con medidas de reconstrucción y de desarrollo de medios de subsistencia para esta población, así como medidas para reforzar el sistema de vigilancia y alerta temprana de la seguridad alimentaria, para poder así anticipar futuras crisis.
Malteser-International-es está presente en Haití desde el terremoto de 2010. Después de la intervención inicial de emergencia y el apoyo a la reconstrucción, los programas se han concentrado en reconstruir la capacidad estructural de la sociedad civil en WASH (agua, saneamiento e higiene, de sus siglas en inglés), en preparación frente a desastres y en seguridad alimentaria.