Desde hace más de 17 años, Malteser-International-es, agencia de ayuda internacional de la Orden de Malta, se encarga de la atención sanitaria en dos campos de refugiados en la frontera entre Tailandia y Myanmar, con más de 35.000 residentes. Dado que las posibilidades de generación de ingresos son limitadas, los refugiados dependen completamente de la ayuda internacional para todo: refugio, alimento, educación, agua potable y servicios sanitarios.
Las mayores preocupaciones son la malaria y la tuberculosis. Joice Biazoto entrevistó a Smith Saenkum, jefe de laboratorio de Malteser-International-es en los campos de Mae La Oon y Mae Ra Ma Luang, en Tailandia.
¿Cómo funciona el programa de formación para técnicos de laboratorio?
Todos los años invitamos a los mejores estudiantes de las escuelas de los campos a formar parte del programa. El año pasado tuvimos 70 solicitantes que pasaron los exámenes, y de ellos seleccionamos a 10 para formarse como técnicos de laboratorio. Reciben formación en 18 materias diferentes, desde la realización de análisis básicos como análisis de orina o de heces, a test de embarazo, malaria, tuberculosis y detección del VIH.
¿Cuál es vuestra ocupación principal en el laboratorio?
El principal análisis que llevamos a cabo en nuestro laboratorio de Mae La Oon y Mae Ra Ma Luang es el de la detección de la malaria. Hacemos cerca de 20 análisis de malaria por día en temporada baja; en temporada alta, analizamos hasta 100 muestras al día. También investigamos sobre la malaria: analizamos los picos de ocurrencia y los datos. En los campos solemos tratar cerca de 250 pacientes de malaria al año.
¿Contribuye su trabajo a prevenir la malaria también?
En la actualidad, aproximadamente el 10% de las personas sometidas a análisis están enfermos de malaria, un número muy elevado. Para mejorar la situación, hemos lanzado campañas de lucha contra la malaria antes de la estación lluviosa. En junio de 2011, conseguimos hacer 3.000 análisis, lo cual es un buen método para mantener la malaria controlada antes de la temporada de mayor ocurrencia. Además de esta campaña, trabajamos directamente en la prevención, formando a la población. Les aconsejamos usar redes antimosquito, les enseñamos a reconocer los primeros síntomas de la enfermedad y a analizarse regularmente.
¿Cuál ha sido su mayor reto hasta ahora?
En las enfermedades, la tuberculosis ha sido un reto en el pasado. Este año, pediremos a más personas que se sometan a análisis, y trabajaremos estrechamente con los trabajadores comunitarios y el personal de los hospitales para asegurarnos de que cualquiera que presente síntomas de tuberculosis sea remitido a nuestro laboratorio.