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La reforma constitucional de la Soberana Orden de Malta

La reforma constitucional de la Soberana Orden de Malta
28/06/2017

Hace unos meses se lanzó el proceso de reforma de la Carta Constitucional y el Código de la Soberana Orden de Malta. El embajador Mauro Bertero Gutiérrez, miembro del Consejo de Gobierno, coordina los trabajos del Comité Director de la Reforma. Nos reunimos con él en el Palacio Magistral de Roma.

Embajador Bertero Gutiérrez, usted ha sido designado coordinador del Comité Director de la Reforma. ¿En qué consiste su papel?
El Consejo Soberano del pasado 3 de mayo nombró un Comité Directivo compuesto por nueve personas: cinco miembros del Consejo Soberano, el Prelado, dos miembros del Consejo de Gobierno y un capellán profeso. Conocedor de la importancia de este proceso de reforma, el Lugarteniente del Gran Maestre ha decidido participar también en las reuniones del Comité Director de la Reforma.

El 29 de mayo, durante la primera reunión del Comité, se me pidió coordinar los trabajos, encargo que acepté asumiendo esta gran responsabilidad con humildad y mucha esperanza. Mi labor consiste en gestionar los trabajos a nivel central y periférico. Cerca de 200 personas están directamente vinculadas a estos trabajos y un número aún mayor ha enviado sugerencias y propuestas. Para garantizar el éxito de este proceso, todo debe funcionar de la mejor manera posible. Entre mis tareas durante el proceso está la de informar sobre las distintas fases del mismo, algo que me comprometo a realizar constantemente.

¿Por qué es necesaria esta reforma?
La reciente crisis institucional de la Soberana Orden de Malta nos ofrece una magnífica oportunidad de actualizar nuestra Carta Constitucional y Código. Promulgada en 1961, fue revisada parcialmente en 1997.

Únicamente le daré algunas cifras: en 1961 teníamos 3.000 miembros, hoy ese número se ha multiplicado por cuatro. A principios de los sesenta, contábamos con 33 Grandes Prioratos, Subprioratos y Asociaciones nacionales. Hoy tenemos 59. Para poner un ejemplo, en 2016 se ha creado una nueva delegación de la Orden de Malta en Corea del Sur. Un hecho alentador, que demuestra la expansión de la Orden en todos las latitudes del mundo.  En 1961 manteníamos relaciones diplomáticas bilaterales con 25 países. Hoy en día son más de 100, a las que se añaden todas las relaciones multilaterales, incluidas las que mantenemos con organismos del sistema de Naciones Unidas. Un crecimiento exponencial de este tipo exige reglas y procedimientos definidos, y un sistema de gobierno más acorde a los tiempos que corren, al papel de la Orden y su dimensión internacional.

¿Cuáles son las características del proceso de reforma?
En marzo se pidió a todos los miembros de la Orden de Malta que enviaran sus ideas y propuestas para la reforma. Hasta la fecha han llegado más de 100 documentos, procedentes del mundo entero, que hemos analizado, resumido y catalogado por temática. Cabe señalar que estos presentan una calidad muy elevada y gracias a ellos hemos identificado diez áreas que se deben examinar: Primera Clase, Segunda Clase, Tercera Clase, espiritualidad y conocimiento teológico: formación y capacitación, ministerio de los capellanes, papel y posición de las Damas, jóvenes, estructura de gobierno y gobernanza, organizaciones periféricas: Grandes Prioratos, Subprioratos, Asociaciones nacionales, y finalmente gestión y auditoría financieras.

El pasado 31 de mayo, el Lugarteniente del Gran Maestre envió una carta a todos los Grandes Prioratos, Subprioratos y Asociaciones nacionales, solicitándoles proponer nombres de personas que pudieran ser designadas como miembros de los grupos que analizarán, debatirán y elaborarán propuestas concretas en estas áreas. Nuestro objetivo es que estos grupos sean tan representativos e inclusivos como sea posible, garantizando al mismo tiempo un tamaño adecuado que les permita trabajar con eficacia.

¿Cuál es el calendario previsto?
Los grupos de trabajo deben presentar sus resultados hasta finales de 2017. A principios de 2018 se organizará un seminario internacional en Roma, al que asistirán los grupos de trabajo y las organizaciones locales de la Orden, para analizar las propuestas y obtener las primeras conclusiones. El proceso seguirá siendo abierto, transparente e inclusivo. La calidad de los resultados es más importante que los plazos del mismo: si eventualmente nos damos cuenta de que necesitamos más tiempo, estamos preparados para prolongar el proceso de análisis y reflexión, para asegurarnos que esta reforma constitucional responda a todas las expectativas.

¿Cuál es el papel de monseñor Angelo Becciu, Delegado Especial del Papa, en este proceso?
En primer lugar queremos expresar nuestra gratitud por la cercanía del Papa Francisco, que queda reflejada en este importante nombramiento. El papel de monseñor Becciu queda definido por la carta del Papa del 4 de febrero: «como Delegado Especial ante la Soberana Orden Militar de Malta», el Papa señaló que trabajará en «estrecha colaboración» con el jefe de la Orden, con el fin de desarrollar juntos «un estudio en vista de la oportuna renovación de la Constitución de la Orden».

La reforma de la Constitución y Código es responsabilidad específica del gobierno y de todos los miembros de la Orden, y el Delegado Especial acompaña el proceso de reforma mediante reuniones semanales con el Lugarteniente del Gran Maestre, el Gran Comendador y el Gran Canciller. Es evidente que el Delegado Especial y la Santa Sede tienen un particular interes sobre todo por la vida espiritual de los miembros religiosos de la Orden.

Se ha manifestado la preocupación de que esta reforma pueda cambiar la identidad de la Orden, en particular modificando su naturaleza religiosa.
En absoluto. Puedo asegurar a todo el mundo que el espíritu de esta reforma es consolidar nuestra identidad como orden religiosa laica, mejorar aún más la eficacia de nuestras actividades sociosanitarias y consolidar nuestra presencia y nuestra influencia en la diplomacia humanitaria a nivel global. Nuestro mensaje tuitio fidei et obsequium pauperum, que hemos aplicado durante los nueve siglos de vida de la Orden, no está en absoluto sobre la mesa de debate. Es evidente que aquellos que expresan esta preocupación no están familiarizados con las normas de revisión de nuestras leyes constitucionales. El Capítulo General Extraordinario, que deberá aprobar la reforma, exige una mayoría de dos tercios. Por otra parte, las normas por las que se rigen los Caballeros Profesos especifican que deben obtener no solo dos tercios de los votos de los miembros del Capítulo, sino también dos tercios de los propios Caballeros Profesos. Resulta por lo tanto absolutamente imposible que se apruebe una enmienda que vaya en contra de la naturaleza religiosa de la Orden. La idea de que existen facciones opuestas en torno a esta cuestión no tiene fundamento alguno. Dicho esto, evidentemente puede existir una variedad de opiniones, las mismas que son bienvenidas para enriquecer cualitativamente el debate.

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