Durante su visita al Palacio Magistral de la Orden de Malta en Roma, el Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Asuntos Exteriores checo Jan Kohout y el Gran Canciller Jean-Pierre Mazery han firmado un protocolo de acuerdo sobre colaboración humanitaria en Haití. Mediante este acuerdo, la República Checa se compromete a brindar apoyo técnico y a donar tres millones de coronas checas (cerca de 117.000 euros) a los proyectos de formación sanitaria, planes de emergencia ante desastres y tareas de reconstrucción que la Orden puso en funcionamiento en Haití tras el seísmo del pasado mes de enero, que se cobró más de 230.000 vidas y dejó sin hogar a un millón de personas.

El Vicepresidente checo ha querido aprovechar la oportunidad para mostrar su gratitud por los esfuerzos en materia sociosanitaria que la Orden, presente en la República Checa desde el siglo XII a través del Gran Priorato de Bohemia, lleva a cabo en todo el país desde 1990 cuando, tras la caída del Muro de Berlín, Checoslovaquia reanudó sus relaciones diplomáticas con la Orden, que se confirmarían en 1993 tras la separación de la República Checa y Eslovaquia.

“El veinte aniversario de nuestras relaciones bilaterales” ha señalado Kohout “constituye el momento idóneo para agradecer a la Orden de Malta todo lo que ha hecho en nuestro país desde la caída del régimen comunista y todo lo que seguirá haciendo en el ámbito sanitario”. El terrible seísmo que asoló Haití “nos da la oportunidad de invertir los papeles y pasar a ser los donantes de la Orden de Malta en lugar de sus beneficiarios y, además, de colaborar en la reconstrucción de este país devastado a través de un socio sobre el terreno que dirige sus proyectos de manera muy eficaz y con gran profesionalidad. Esta donación representa un avance en la cooperación entre la República Checa y la Orden de Malta, confiamos en que dicha colaboración afiance nuestras relaciones”.

Por su parte, el Gran Canciller de la Orden de Malta se mostró muy agradecido por el reconocimiento del Vicepresidente checo a la labor que la Orden desempeña en otros 120 países. En particular, en la República Checa, la Orden está presente con sus oficinas en 10 ciudades, en los que sus más de 300 voluntarios atienden a discapacitadas, a enfermos crónicos y a niños desfavorecidos social y culturalmente. En Haití, la Orden lleva en activo más de 15 años y planea continuar su labor humanitaria durante, al menos, otros tres años. Según ha explicado el Gran Canciller “nuestras prioridades en Haití son la asistencia sanitaria básica, las campañas de vacunación, la atención psicosocial, el acceso a agua potable y la reducción de la pobreza. El objetivo es integrar esta ayuda en las infraestructuras locales para fomentar la reconstrucción. Por ese motivo, estamos muy satisfechos de que las autoridades checas hayan decidido colaborar con nosotros en estos proyectos”.

Antes de las negociaciones y de la firma del acuerdo, se ha celebrado un almuerzo en honor de la delegación checa en el Palacio Magistral, que ha contado con la presencia del Arzobispo Paolo Sardi, Pro-Patrón de la Orden de Malta.