En los días anteriores a la Pascua, la embajada de la Soberana Orden de Malta en Bosnia y Herzegovina ha repartido, en colaboración con Caritas, paquetes de alimentos para los niños de los campos de migrantes en Ušivak, cerca de la capital Sarajevo.

Desde el otoño de 2019, la embajada de la Orden de Malta ha asignado fondos a la ayuda a la infancia, tanto en el campo Ušivak cerca de Sarajevo como en el campo Sedra, cerca de Cazin.

Se calcula que en la Federación de Bosnia y Herzegovina hay cerca de 8.000 migrantes en campos. «La mayoría llega pensando en seguir adelante y entrar en la Unión Europea, pero Bosnia y Herzegovina a menudo se convierte en un callejón sin salida. No pueden cruzar la frontera con Croacia, y no pueden volver a Serbia. Quedan a la merced de los traficantes, porque están desesperados por encontrar una salida», explica el embajador de la Soberana Orden de Malta en Bosnia y Herzegovina, Pawel Gierynski.

«Las familias con niños pequeños se dan cuenta de que es imposible seguir cruzando fronteras ilegalmente, sobre todo durante el duro invierno de los Balcanes. Así que se quedan en campos donde los niños no reciben una atención adecuada. Por eso hemos decidido ayudar a los más pequeños», explica el embajador.

La ayuda de la Orden de Malta consiste en paquetes que contienen leche de fórmula para bebés, productos médicos y fármacos, que se distribuyen en cooperación con Caritas.

La pandemia no ha hecho sino agravar la situación, impidiendo a los voluntarios el acceso a los campos. Las malas condiciones de higiene hacen que los contagios sean frecuentes, y la asistencia médica es insuficiente. «Como en todas partes, la pandemia afecta sobre todo a los pobres, y estas personas están en lo más bajo de la escala social», concluye el embajador Gierynski.