El 18 de octubre, con ocasión del Día europeo contra la trata de seres humanos, la misión de la Orden de Malta ante Naciones Unidas en Ginebra ha organizado un debate sobre la mejora de las medidas de lucha contra la trata. El evento señala la necesidad imperiosa de sensibilizar a la población sobre la esclavitud moderna, y de intensificar la colaboración entre los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para la protección y reinserción de las víctimas.
Entre los oradores figuraban representantes de Naciones Unidas, la Unión Europea y el Consejo de Europa, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Caritas Internationalis. El debate ha puesto de relieve la necesidad de adoptar un enfoque múltiple. Los gobiernos nacionales son los principales responsables de reducir la incidencia de la trata, pero no pueden hacerlo solos. Para conseguir progresar, deben trabajar con las víctimas, las comunidades locales y regionales, otros gobiernos y el sector privado. Una estrategia eficaz exige además tener en cuenta la cadena de abastecimiento y la demanda de mano de obra barata. Con un número impactante de personas desplazadas en el mundo, hay 25 millones de personas víctimas de la trata en el sector de la construcción, la agricultura y la industria del sexo, como ha señalado Laura Thompson, directora general adjunta de la OIM.
Michel Veuthey, embajador de la Soberana Orden de Malta para la supervisión y la lucha contra la trata de seres humanos, ha destacado los esfuerzos globales de la Orden, que actualmente desarrolla más de 2.000 proyectos médicos, sociales y humanitarios en más de 120 países. «En esta conmemoración del 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la abolición de la esclavitud en el siglo XIX, la Orden de Malta reafirma su compromiso de defensa de la vida humana en todas sus formas y de asistencia a los pobres, especialmente los más vulnerables que son hoy víctimas de las formas contemporáneas de esclavitud».
Veuthey ha explicado que los esfuerzos de la Orden se concentran en la sensibilización de las comunidades a todos los niveles, la mejora de la transparencia en la cadena de suministro y el consumo ético, y el apoyo y la reinserción de los supervivientes de la trata.