El 3 de septiembre de 1120 moría en Jerusalén el Beato Frey Gerardo, fundador de la Orden de San Juan de Jerusalén. El 3 de septiembre de 2020, miembros y voluntarios de la Orden de Malta en los cinco continentes celebran este importante aniversario.
El Lugarteniente ad interim, Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas Boas, se desplazará el 3 de septiembre a Scala, en la costa amalfitana en Italia, junto a una delegación compuesta por el Consejo Soberano y más de cien miembros y voluntarios de la Orden de Malta procedentes de todo el país. Siempre respetando la normativa vigente en materia de lucha contra la pandemia de covid-19, participará en las celebraciones organizadas en honor del Beato Gerardo en esta pequeña ciudad donde numerosos historiadores sitúan su nacimiento.
En la introducción del número especial de la revista San Francesco dedicado a la figura del fundador de la Orden de Malta, Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas Boas ha resumido así su importancia: «El Beato Gerardo dejó marcadas las directrices de la Orden que había fundado, y gracias a ellas nuestra Orden ha pervivido a través de los siglos».
El 3 de septiembre a las 10:00, en el Duomo de San Lorenzo en Scala, se celebrará la solemne eucaristía presidida por el delegado especial del Papa ante la Soberana Orden de Malta, el cardenal Angelo Becciu. La celebración será retransmitida en directo en TV2000.
El gobierno italiano estará presente, representado por el ministro de Sanidad, Roberto Speranza. Participarán igualmente el presidente de la región de Campania, Vincenzo De Luca, y el alcalde de Scala, Luigi Mansi.
Los actos continuarán por la tarde del mismo día, con los discursos oficiales y la presentación de la serie de sellos conmemorativos dedicados al Beato Gerardo por el Estado italiano. La jornada se cerrará con un concierto del célebre violinista Uto Ughi.
El Beato Frey Gerardo
El sufrimiento físico y espiritual de los peregrinos que llegaban a Tierra Santa entre finales del siglo XI y principios del siglo XII, tras un largo y peligroso viaje, fue la razón que impulsó al Beato Gerardo y sus correligionarios a dedicar sus vidas al servicio de los más necesitados.
Gerardo contaba con una extraordinaria capacidad organizativa: estuvo a la cabeza del hospital construido por los amalfitanos en Jerusalén en honor a San Juan Bautista, gestionó la organización, la asistencia, la manutención y la asistencia religiosa, se encargó de la atención a los enfermos y los pobres… fue, como ya entonces le llamaban, «el Señor de los enfermos». Los regentes de Jerusalén, Portugal, Castilla y León y otros príncipes y obispos ayudaron a Gerardo con importantes donaciones. Los hospitales y refugios en Italia y en el sur de Francia dieron, en pocos años, una dimensión europea e importantes recursos a la Orden que fundó.
El 5 de febrero de 1113 el Papa Papa Pascual II dio reconocimiento a Gerardo y a la institución que él había fundado. Puso a la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén bajo la protección de la Iglesia, transformándola en orden religiosa, reconociéndole el derecho a proseguir su labor sin interferencias civiles o religiosas y de elegir, a su debido tiempo, un sucesor para Frey Gerardo.
Reconocido Beato por la Iglesia católica, el ejemplo de Frey Gerardo inspira desde hace más de nueve siglos a miembros y voluntarios de la Orden de Malta, que lo recordarán con devoción el 3 de septiembre.