El evento de alto nivel organizado por la Orden de Malta, titulado «Las percepciones importan: migración y seguridad internacional», celebrado en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich 2022, ha estudiado el fenómeno de la migración desde un punto de vista multidisciplinar, situando a todas las partes interesadas en el centro de la narración, desde los migrantes hasta las comunidades de acogida. En su discurso de apertura de este acto paralelo, el Gran Canciller de la Orden de Malta, Albrecht Boeselager, ha destacado cómo ha evolucionado el concepto de seguridad nacional en las últimas décadas: «Es imposible garantizar la seguridad nacional sin una seguridad humana. La seguridad humana exige que se protejan los derechos de todas las personas presentes en un territorio determinado, independientemente de su estatus legal. La seguridad humana implica una política centrada en las personas, integral y orientada a la prevención, que refuerce la protección de todas las personas», ha explicado.
El evento se ha celebrado el viernes 18 de febrero, con el trasfondo de las nuevas amenazas de una guerra a las puertas de Europa, y los participantes, entre ellos el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, han expresado su preocupación por la inevitable nueva oleada de desplazamientos de población que conllevaría una invasión rusa del territorio ucraniano. En su intervención, el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, el arzobispo Paul Gallagher, ha señalado el carácter global del fenómeno migratorio, que afecta a todos los continentes: de África a Asia, de América a Oceanía.
Se ha hecho hincapié en la necesidad de reforzar el respeto del derecho internacional humanitario para que, incluso en tiempos de conflicto, los migrantes, los refugiados y los desplazados internos reciban un trato respetuoso y humano. «Los migrantes y los refugiados se han convertido en rehenes de los bloqueos políticos. Es lo que está ocurriendo con los miles de refugiados, entre ellos niños y ancianos, atrapados a temperaturas bajo cero en la zona fronteriza entre Polonia y Bielorrusia, sin comida ni refugio. Condenamos firmemente su explotación en nombre de los gobiernos», ha declarado Boeselager en su discurso.
Han participado en el debate la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, y la directora del UNICRI (Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia), Antonia Marie de Meo.
