Soberana y Militar Orden
Hospitalaria de San Juan de
Jerusalén de Rodas y de Malta

News

La Orden de Malta lanza el proyecto Doctor to Doctor

Para que los expertos intercambien sus mejores prácticas en la lucha contra la covid-19 en Oriente Medio
La Orden de Malta lanza el proyecto Doctor to Doctor
17/04/2020

¿Cuál va a ser el impacto de la pandemia de covid-19 en las zonas de conflicto de ciertos países de Oriente Medio, donde es difícil el acceso a la atención médica y la distribución de artículos sanitarios? ¿Cuál es la respuesta de Palestina frente a un posible aumento del número de casos detectados, y cómo puede prepararse el sistema de salud para preparar una respuesta eficaz, a pesar de las pésimas condiciones de vida? En reacción a estos problemas urgentes, el gobierno de la Soberana Orden de Malta y el think tank británico Forward Thinking han lanzado el proyecto Doctor to Doctor, que conecta a expertos sanitarios en una plataforma virtual que les permite intercambiar conocimientos y mejorar el conocimiento de las buenas prácticas, protocolos y estrategias que pueden ayudar a contener el contagio de nuevo coronavirus entre la población. El proyecto tiene por objetivo ayudar a los países que sufren ocupaciones, disturbios políticos, dificultades económicas, conflictos abiertos o los efectos de una crisis en un país vecino a enfrentarse a la pandemia, y se replicará en los próximos días con otros países, empezando en Jordania y Líbano.

Hasta ahora se han celebrado dos reuniones entre profesionales médicos de la Franja de Gaza y Cisjordania y un equipo de expertos italianos que trabajan en el frente de la gestión de la crisis sanitaria provocada por la covid-19. Además de médicos y docentes especializados en farmacología, como el doctor Lucio Rovati, han participado en esta primera videoconferencia embajadores y jefes de organizaciones de la Orden de Malta, Guido Bertolaso, ex jefe de la Protección Civil italiana, y un consultor especial de la región de Lombardía durante la emergencia de la covid-19. Este último ha insistido en que el distanciamiento social entre la población y el reforzamiento de las medidas de aislamiento ya existentes son los elementos esenciales para contener los contagios.

Aunque Gaza tiene menos de 20 casos confirmados de covid-19, la extrema densidad de población y la escasez de infraestructuras hace que resulte muy difícil cumplir las medidas de distanciamiento. Para cumplir eficazmente con el procedimiento de cuarentena, Gaza necesita suficientes test para garantizar que nadie salga de la cuarentena prematuramente, suficientes fármacos para tratar los síntomas de pacientes venidos de otros países, y suficientes equipos de protección individual (EPI) para proteger al personal médico y de seguridad en los centros de cuarentena.

En caso de un brote en Gaza, la alta densidad de población provocaría probablemente un rápido aumento de los contagios y muchos casos no se detectarían hasta que se manifestasen los síntomas más graves, requiriendo el ingreso en unidades de cuidados intensivos, escasas en la región.

El embajador de la Orden de Malta en Palestina, Michele Bowe, también ha participado en los debates, señalando que el Hospital de la Sagrada Familia en Belén, gestionado por la Orden de Malta desde hace 30 años, se prepara para la epidemia. Al ser el único hospital de Cisjordania con una unidad de cuidados intensivos neonatales, que puede salvar la vida de bebés nacidos antes de las 32 semanas de gestación, su funcionamiento es esencial: la mortalidad infantil en la región es, actualmente, cinco veces superior a la de países más desarrollados y puede atribuirse a la falta de atención prenatal, a la pobreza y a las dificultades en acceder a la atención sanitaria. La presión añadida de la ocupación ha llevado a un aumento de los nacimientos antes de término, aumentando la importancia de los controles prenatales de rutina, que han disminuido fuertemente desde que se decretó el confinamiento.

«La covid-19 ha llevado al cierre total, al aislamiento geográfico, a la paralización económica de la región de Belén. Las familias no tienen suficiente dinero para alimentarse, mucho menos para la atención médica. En el Hospital de la Sagrada Familia falta instrumental médico importante, lo que pone en peligro la vida de los bebés, muchos de ellos nacidos antes de las 32 semanas. También hay escasez de mascarillas y problemas para las transfusiones. Estamos al límite», afirma Michelle Bowe.

La covid-19 es un enemigo común para los residentes de Israel y Palestina: no respeta fronteras, afiliaciones, partidos políticos ni puntos de control. Por tanto, es indispensable que se aplique una respuesta sanitaria pública bilateral para detener los contagios. Esta crisis ofrece a todas las partes en el conflicto palestino-israelí una oportunidad para reevaluar sus relaciones, y facilitar una respuesta médica conjunta y eficaz frente al virus.