Líbano se enfrenta a su peor crisis financiera, económica y social, junto con la pandemia de covid-19 y las repercusiones aún muy evidentes de la explosión en el puerto de Beirut hace casi dos años, que han tenido un enorme impacto en el sector sanitario. A ello se suman las consecuencias del conflicto en Ucrania, debido a la escasez de cereales, y el impacto económico del aumento de precios de los productos básicos, en particular del combustible, que agravan una situación humanitaria ya de por sí crítica. Más del 80% de la población libanesa vive en la pobreza.

Ante el debilitamiento del sector sanitario, con más del 40% de los médicos abandonando el país, la escasez de medicamentos en las farmacias y los seguros médicos que no cubren los gastos de hospitalización, es fundamental destacar la importancia de los centros de atención primaria, cuyo objetivo es mejorar la salud de la población más vulnerable.

Durante los últimos 60 años, la Orden de Malta en Líbano ha garantizado el acceso a todos los servicios sanitarios básicos, de forma gratuita o a une precio simbólico, a través de su red de once centros médicos repartidos por todo el país. En 2021 y en plena crisis, la Orden llegó a la cifra de un millón de servicios sociales y sanitarios prestados.

Hace un año, la Orden de Malta Líbano emprendió la misión de renovar uno de sus principales centros, situado cerca de la capital, Beirut, en Chiyah – Ain el Remmaneh, conocido como Centro San Juan Bautista. Esto ha sido posible gracias a los fondos del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, con el apoyo de Malteser International. Construido en 1989 y tras 33 años de compromiso con la comunidad, el centro es conocido por la calidad de sus servicios y el respeto a la dignidad de todos los pacientes, independientemente de su origen étnico o religión.

Aunque el proceso de renovación duró solo un año, para evitar interrumpir el servicio el centro se trasladó a una iglesia cercana. Antes de la crisis y la renovación, este centro de una sola planta recibía unos 80 pacientes al día. El centro renovado y ampliado, con tres plantas dedicadas a la atención primaria, ofrecerá ahora todas las especialidades médicas, como medicina general, cardiología, obstetricia y ginecología, pediatría, oftalmología, etc., así como oncología, salud mental, enfermedades neurodegenerativas y pruebas de laboratorio, de forma gratuita o por un precio simbólico. Podrá recibir hasta 500 pacientes al día.

El centro también cuenta con un almacén de fármacos a través del cual se distribuirán medicamentos a los distintos centros de la Orden en todo el país, así como una unidad de formación y oficinas de servicios sociales.

Inauguración y bendiciones

En un clima de unidad nacional, la inauguración del Centro Juan Bautista ha estado marcada por una ceremonia que ha reunido a representantes de las distintas comunidades religiosas cristianas y musulmanas de Líbano, así como al ministro de Sanidad, al nuncio apostólico y a una delegación alemana con los diputados alemanes Carsten Körber y Paul Ziemiak, y el ex diputado Rüdiger Kruze. El presidente de la Asociación alemana de la Orden de Malta, Erich Prinz von Lobkowicz, y el secretario general de Malteser International, Clemens Graf von Mirbach-Harff, han participado en la ceremonia de inauguración. El arzobispo maronita de Beirut, monseñor Boulos Abdel Sater, y el jeque druso Sami Abdel Khalek han elevado una oración común, y a continuación el nuncio apostólico monseñor Josef Spiteri, ha dirigido la bendición.

La convivencia de las diferencias

«Servir a Líbano con la convivencia de las diferencias, en lugar de utilizarlas: este es el sentido de nuestra acción», ha declarado Marwan Sehnaoui, presidente de la Asociación libanesa de la Orden de Malta, en su discurso de apertura.

Por su parte, Carsten Körber, miembro de la Comisión de Presupuestos del Bundestag, para quien este era su primer contacto real con la realidad libanesa, se ha emocionado al ver cómo el dinero del contribuyente alemán se transforma en acción humanitaria, fiel a las intenciones de los donantes.

El Ministro de Sanidad libanés ha agradecido calurosamente a la Orden de Malta un logro que desea generalizar y ha dado las gracias al gobierno alemán por haberlo hecho posible.