Veinte años después de la visita histórica del Papa Juan Pablo, la primera en un país ortodoxo desde el cisma de 1054, el Papa Francisco ha acudido a Rumanía a rezar con sus habitantes y a transmitirles este mensaje: «(…) caminar juntos tanto entre los cristianos, en el ámbito de la fe y de la caridad, como entre los ciudadanos, en el ámbito del compromiso civil». En todas partes ha sido recibido por miles de fieles.
Durante los tres días de su visita, del 31 de mayo al 2 de junio, Su Santidad ha celebrado cuatro misas:
– en la Catedral de San José (a la que han asistido miembros de la Asociación rumana de la Orden);
– en el Santuario de Sumuleu Ciuc, el mayor templo mariano de peregrinación en Transilvania (a la que han asistido un grupo de veinte miembros de la Orden). Para la ocasión se han traído las reliquias de San Ladislao I de Hungría desde la Abadía de Somogyvár, en Hungría, que han sido custodiadas por los miembros de la Orden en los últimos 50 km hasta el altar;
– en Iasi, capital de Moldavia, núcleo importante de la Iglesia Católica Romana en Rumanía;
– y el 2 de junio en Blaj, sede de la Iglesia greco-católica rumana, donde Su Santidad ha sido recibido por más de 100.000 peregrinos. Aquí, el Papa ha beatificado a siete obispos greco católicos mártires, muertos por su fe durante la era comunista. Francisco ha mantenido también un encuentro con la comunidad romaní, renovando su llamamiento contra cualquier forma de discriminación y por el respeto de todas las personas de cualquier etnia, lengua o religión.
En Bucarest, Sumuleu Ciuc y Blaj, más de 100 voluntarios de la organización de ayuda rumana de la Orden de Malta, Serviciul de Ajutor Maltez în România (SAMR), han ayudado con la organización y supervisión de los eventos, con diversas responsabilidades como el transporte de peregrinos discapacitados.
La organización de ayuda en acción
Los equipos de la organización de ayuda de la Orden han prestado toda una serie de servicios:
– en Blaj, han atendido a casi 200 peregrinos discapacitados y sus acompañantes, llevándoles hasta la misa;
– en Sumuleu Ciuc, el 1 de junio, día internacional del niño, han ayudado a transportar a más de 200 niños de familias pobres o de orfanatos hasta la iglesia en cinco minibuses, y les han ofrecido alojamiento y comida;
– han montado una tienda para atender a madres y sus bebés;
– en Sumuleu Ciuc y Blaj han prestado asistencia médica en 200 intervenciones de primeros auxilios: fracturas, esguinces, heridas, náuseas, etc.
Para cada evento, los equipos de voluntarios han distribuido entradas para las misas, así como agua, té, impermeables y carpetas de información, y han distribuido a los peregrinos en los distintos sectores. También han preparado y distribuido «bolsas de peregrino», con rosarios y los textos e himnos para los servicios.
Además del servicio de primeros auxilios, 360 voluntarios de la Orden de toda Rumanía han asistido a misa en Sumuleu Ciuc, como peregrinos.