Los nuevos equilibrios geopolíticos derivados de la guerra de Ucrania, el papel de las grandes potencias frente a las perturbaciones del orden mundial -empezando por China-, la crisis alimentaria consecuencia de la guerra, el papel de la diplomacia y la cooperación para promover el diálogo: estos han sido los temas que han centrado el almuerzo de trabajo de los embajadores de los Estados miembros de la UE celebrado ayer en el Pontificio Colegio Nepomuceno de Roma. La reunión, organizada por el embajador de la República Checa ante la Soberana Orden de Malta y la Santa Sede, Václav Kolaja, ha contado también con la presencia del Gran Canciller de la Orden de Malta, Albrecht Boeselager.

Los embajadores han expresado su preocupación por los continuos bombardeos en Ucrania, y el Gran Canciller ha incidido en la creciente degradación del derecho internacional, con los recurrentes episodios de violaciones de los derechos humanos. Boeselager ha reiterado la importancia de la diplomacia humanitaria para promover el diálogo y proteger a las poblaciones más vulnerables, señalando que la guerra ha traspasado ya las fronteras nacionales y ha provocado una grave crisis alimentaria que mata de hambre especialmente a los países en desarrollo, desde Oriente Medio hasta África, con un aumento incontrolado de la inflación.

Boeselager ha recordado las actividades humanitarias y operativas de la Orden de Malta, empezando por Ucrania -donde la Orden está presente desde 1990-, y ha destacado la importancia de la sinergia entre las embajadas de la Orden en los países de Europa del Este y los cuerpos de ayuda y de voluntarios, para garantizar la distribución de la ayuda humanitaria y la protección de los trabajadores de la Orden sobre el terreno. Ha mencionado también la presencia de la Orden en otras zonas del mundo afectadas por crisis sociales y económicas, como el Líbano.

El Gran Canciller ha destacado asimismo las contribuciones de la Orden de Malta en la conferencia de seguridad de Múnich, donde participó en una mesa redonda sobre migración y seguridad. La seguridad alimentaria ha sido igualmente uno de los temas tratados en el encuentro. Boeselager ha condenado la utilización de los alimentos como arma de guerra, para empobrecer y debilitar a las poblaciones. A continuación, los embajadores han abordado el tema de la salud: ha habido un llamamiento unánime a prepararse para una posible nueva pandemia. En concreto, el Gran Canciller ha propuesto un Pacto por la salud -en la línea del Pacto Mundial sobre Migración promovido por Naciones Unidas y firmado en 2018 en Marruecos-, un plan conjunto de acción internacional para coordinar una respuesta global eficaz en caso de pandemia. Por último, los embajadores de la Unión Europea, la mayoría de ellos acreditados ante la Soberana Orden de Malta, han recibido también.