El Lugarteniente del Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta, Frey John T. Dunlap, ha recibido hoy en el Palacio Magistral la visita de la familia real de Rumanía, su alteza Margarita, custodia de la Corona de Rumanía, y su alteza el príncipe Radu.

El Lugarteniente ha recordado los estrechos y antiguos lazos con la familia real Hohenzollern-Sigmaringen, algunos de cuyos miembros han mostrado especial interés por la Orden de Malta: «Por ejemplo, su majestad el rey Carol II de Rumanía concedió su beneplácito al establecimiento de relaciones diplomáticas con la Orden en 1932».

Frey John Dunlap también ha destacado los «valores cristianos compartidos» con la realeza de Rumanía y ha expresado su agradecimiento a la Fundación real Margarita de Rumanía, que se ocupa de personas necesitadas, especialmente niños, jóvenes y ancianos. «Estamos deseando encontrar formas de colaborar en proyectos humanitarios en el futuro», ha afirmado el Lugarteniente, especialmente tras la fructífera cooperación durante la pandemia de covid-19, facilitada por la embajada de la Orden de Malta en Bucarest.

La reunión ha sido una oportunidad para conceder la Gran Cruz del Mérito Melitense al príncipe Radu de Rumanía «por su compromiso social para aliviar el sufrimiento humano». Esta es la segunda visita de la realeza rumana al Palacio Magistral de Roma; durante la anterior fueron recibidos por el entonces Gran Maestre, Frey Matthew Festing.

También han estado presentes en el almuerzo ofrecido a los miembros de la realeza el Gran Canciller de la Orden de Malta, Riccardo Paternò di Montecupo, el Recibidor del Común Tesoro, Fabrizio Colonna di Paliano, Mariano Hugo Windisch-Graetz, miembro del Consejo Soberano, y el prelado monseñor Jean Laffitte.

Las relaciones diplomáticas entre la Soberana Orden de Malta y Rumanía se restablecieron en 1991. Actualmente, el cuerpo de ayuda rumano (Serviciul de Ajutor Maltez en Rumanía, que cuenta con 17 sucursales y más de 1.200 voluntarios) trabaja en las fronteras con Ucrania para proporcionar apoyo y refugio a los refugiados ucranianos. Existen numerosos programas sociales permanentes destinados a ayudar a las personas necesitadas, a los sin techo, a los ancianos y, sobre todo, a la minoría romaní.