La Asociación venezolana de la Orden de Malta, fundada en el país sudamericano en 1957, ha inaugurado un servicio de distribución de almuerzos calientes a una treintena de ancianos desfavorecidos residentes en el municipio de Chacao, uno de los cinco que componen el Distrito Metropolitano de Caracas.
«Nuestra misión tiene como principio el de respetar el dolor y aliviar el sufrimiento», ha afirmado Gaspare Lavegas, presidente de la Asociación venezolana, expresando su profunda gratitud por la solidaridad humana manifestada en las múltiples intervenciones de la primera fase del programa, destinado a mejorar las condiciones de vida de «nuestros hermanos los desfavorecidos». «Proseguiremos nuestra acción organizando un centro de asistencia sanitaria donde los necesitados puedan acudir para recibir atención de los médicos que colaboran con nosotros».
Dirigiéndose a los asistentes, el sacerdote de la parroquia de San José de Chacao, Reinaldo Gamez, ha querido tranquilizarles sobre su futuro: «No están solos, son importantes, hay personas que se preocupan por ustedes. En definitiva, es el amor de Cristo el que nos une. Oremos porque nuestra familia aquí presente crezca y se multiplique».
La Asociación organizará una segunda etapa de apoyo que prevé, además de los almuerzos solidarios, una asistencia médica y sanitaria para los ancianos, y lanzará un llamamiento a donativos y voluntarios. Pero «no solo con dinero se conseguirán los objetivos de nuestra misión», explica Gaspare Lavegas, «es necesaria una hermandad, una reconstrucción espiritual y sobre todo una cooperación individual.»
La crisis económica, social y política en Venezuela ha empujado a muchas personas a huir del país. La organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, Malteser-International-es, presta ayuda y asistencia médica desde septiembre de 2018 a miles de refugiados en la frontera con Colombia.