El 24 de septiembre ha reabierto sus puertas el Monasterio de Buda, sede de la Asociación húngara de la Orden de Malta. Las obras de reforma han durado dos años y han permitido, entre otras cosas, crear una nueva capilla y ofrecer más espacio a las actividades en común.
Kristóf Szabadhegÿ, presidente de la Asociación, ha dado la bienvenida a los invitados, entre los cuales el viceprimer ministro húngaro Zsolt Semjén, el actual embajador de la Orden de Malta en Hungría, Imre Ugron, y su predecesor, Michael Habsburg-Lothringen, monseñor Imre Kozma, presidente y fundador del servicio de asistencia húngaro de la Orden de Malta, así como numerosos miembros de la Orden.
«Estoy convencido de que la renovación del monasterio marcará un hito para la Orden. En las nueve décadas de historia de la Asociación húngara, cada generación ha afrontado nuevos desafíos», ha afirmado Kristóf Szabadhegÿ.
La tragedia de la segunda guerra mundial obligó a emigrar a la mayoría de miembros de la Orden, y los pocos que se quedaron sufrieron persecuciones; la sede de Via Fortuna quedó destruida.
«El monasterio, con esta reciente renovación, es el núcleo de la vida de nuestra asociación, que experimenta un fuerte crecimiento, y representa el corazón de nuestra vida espiritual como miembros de la Orden», ha señalado el presidente.
El monasterio ha recibido la bendición de Ferenc Cserháti, obispo auxiliar de Esztergom-Budapest, a quien se ha encomendado la atención pastoral de los miembros húngaros. La capilla será consagrada el próximo 13 de octubre.