Más de 900 voluntarios de la Orden de Malta se encuentran actualmente desplegados tras las devastadoras inundaciones en algunas partes de Alemania. Acuden en ayuda de los afectados proporcionándoles alimentos y asistencia y contribuyendo a los esfuerzos de reconstrucción donde es posible. Según las últimas informaciones, al menos 157 personas han fallecido en las inundaciones y decenas siguen desaparecidas. Por desgracia, este balance no hará sino empeorar con el paso de las horas.

Muchas personas siguen corriendo peligro. Georg Khevenhüller, presidente del servicio de ayuda de la Orden de Malta en Alemania, ha declarado: «No habíamos visto una destrucción de esta magnitud en algunos lugares desde la Segunda Guerra Mundial. La situación operativa es dramática y cambia constantemente».

Aunque han pasado varios días desde el inicio de la catástrofe, la acción de los voluntarios de la Orden de Malta no ha cesado. «Apoyamos a los bomberos, a protección civil, a los servicios de primeros auxilios y a la policía proporcionando alimentos, suministros y lugares de descanso», informa Khevenhüller. «Nuestros capellanes y voluntarios formados también están disponibles para proporcionar apoyo psicosocial a los servicios de emergencia, muchos de los cuales están viendo un desastre de esta magnitud por primera vez».

La situación es increíblemente diferente de un lugar a otro. «En algunas zonas todavía estamos rescatando y atendiendo a los afectados. En otros, las operaciones de recuperación ya están en marcha, para las cuales aportamos nuestra ayuda», afirma Douglas Saurma, presidente de Malteser-International-es Europa, organización de ayuda internacional de la Orden de Malta. «Queremos apoyar especialmente a las personas que necesitan asistencia y que no pueden optar a cobrar seguros o ayudas gubernamentales. Estaremos muy agradecidos por cualquier otra donación que podamos poner a disposición de los afectados».

Es de agradecer, en especial, la labor de todo el personal de la Orden de Malta que trabaja desde el pasado miércoles. «Estamos muy orgullosos de nuestros servicios de emergencia, que ayudan a las personas necesitadas en las condiciones más difíciles. Son nuestros trabajadores a jornada completa, pero también los numerosos voluntarios que inmediatamente indicaron su disponibilidad y están haciendo frente a esta situación tan compleja», ha señalado Khevenhüller.

Hay un gran número de personas desaparecidas tras las graves inundaciones que también han afectado a Bélgica.