Se enseña a los niños habilidades sociales esenciales e higiene, se les ayuda con los deberes y a desarrollar sus talentos. Pero también se apoya a las madres, se ofrece asesoramiento y se organizan conferencias y actos culturales para toda la comunidad. Éstas son solo algunas de las actividades del nuevo centro comunitario de San Luis y Santa Zélie Martin en Topoľčany, en el centro oeste de Eslovaquia, el último proyecto de la Orden de Malta en el país.

«Los romaníes son la minoría étnica más numerosa de Europa. Muchos de ellos sufren discriminación a diario, teniendo más dificultades para completar la educación primaria y después encontrar trabajo. La Orden de Malta desarrolla actualmente 24 programas en toda Europa para acabar con este círculo vicioso de marginación y pobreza. En general, los niños tienen muchas ganas de aprender y están muy agradecidos por las oportunidades que les ofrece el programa», ha declarado Franz Salm-Reifferscheidt, embajador de la Orden de Malta para la población romaní.

El principal objetivo de la organización de ayuda de la Orden en Eslovaquia es gestionar un centro comunitario para grupos socialmente desfavorecidos, centrado en la comunidad romaní y su integración. Unos mil romaníes viven en la ciudad de Topoľčany, a 100 kilómetros al noreste de la capital, Bratislava. De ellos, 350 residen en los alrededores del centro comunitario, la mitad de los cuales son niños.

«Queremos que nuestros hijos tengan un lugar donde pasar su tiempo libre y dedicarse a sus aficiones. Por eso desde el principio ayudamos a reconstruir el centro», explica Slavomír Langer, jefe de la comunidad romaní local. El centro abrirá todos los días de 8:00 a 16:00 y ofrecerá una amplia gama de programas sociales y educativos dirigidos principalmente a niños, madres y mujeres embarazadas. El personal y los voluntarios de la Orden de Malta también ofrecerán servicios de asesoramiento y organizarán actos culturales y conferencias para todos los residentes de Topoľčany.

«La clave para nosotros no es sólo poner en pie el centro, sino sobre todo garantizar su funcionamiento a largo plazo. Nuestro objetivo es integrar a los romaníes y fomentar el diálogo intercultural. Esperamos que el centro funcione a pleno rendimiento en 2024. En ese momento también se podrá utilizar para otros fines, lo que nos ayudará a financiar el funcionamiento a largo plazo», explica Július Brichta, presidente de Malteser Aid Eslovaquia, la organización de ayuda de la Orden de Malta en Eslovaquia.

La reconstrucción del edificio, una antigua azucarera abandonada situada cerca del asentamiento romaní, comenzó en otoño de 2021, gracias al apoyo de Salm-Reifferscheidt, el Gobierno de la República Eslovaca y el Global Fund for Forgotten People. Se trata del segundo centro comunitario de la Orden en Eslovaquia.

A la inauguración el día 21 de marzo han asistido no sólo el embajador de la Orden para la población romaní, sino también el ministro plenipotenciario del Gobierno eslovaco para las comunidades romaníes, Ján Hero, y el presidente y el vicepresidente de Malteser Aid Eslovaquia, Július Brichta y Rudolf Páleš. El centro ha sido consagrado por monseñor Dušan Argaláš.