Más de 4.500 bebés han venido al mundo en 2018 en el Hospital de la Sagrada Familia de Belén. Situado a pocos pasos de la Iglesia de la Natividad, está gestionado por la Orden de Malta desde 1990: es la única estructura hospitalaria de la región que pueda atender a bebés prematuros nacidos antes de la semana 32 de gestación, gracias al departamento de cuidados intensivos neonatales y al personal altamente especializado en partos prematuros. El 9% de los bebés nacidos allí necesita una asistencia especial, asistencia que el hospital puede garantizar gracias a sus incubadoras y otros equipamientos de última generación. Es un hospital donde trabajan juntos cristianos y musulmanes, y por ello recibe el apodo de «oasis de paz».

El Hospital de la Sagrada Familia gestiona además una clínica móvil, que se desplaza cinco días a la semana hasta los campos de refugiados de Naciones Unidas y los pueblos desérticos de Cisjordania, a menudo carentes incluso de suministro de agua y electricidad. El 25% de los pacientes asistidos son mujeres refugiadas sin acceso a servicios médicos.

En 2017, aproximadamente 1.000 mujeres de más de 45 años recurrieron a la asistencia sanitaria ofrecida por la clínica móvil. Se trata de una actividad vital para la población femenina en una región asolada por décadas de tensiones.