Con la llegada de la temporada de huracanes al Caribe, los residentes de la región deben enfrentarse a amenazas de distintas naturalezas: no solamente a las extremas condiciones meteorológicas, sino también a epidemias virales como el cólera, el dengue y, más recientemente, el virus Chikungunya, una infección no mortal pero muy debilitante, transmitida por los mosquitos.

El virus Chikungunya se detectó en Haití en mayo pasado, y desde entonces hasta ahora han sido casi 40.000 los casos sospechosos observados por los agentes sanitarios, según los datos de la Organización Sanitaria Panamericana. Sin embargo, el número real de casos podría ser mucho más elevado, ya que son muchas las personas que no tienen acceso a las estructuras sanitarias.

Al igual que el dengue, el virus Chikungunya se trasmite por la picadura del mosquito de la variedad Aedes, que se reproduce en aguas estancadas. “Durante la estación de lluvias, el agua se acumula en todas partes, lo que hace más difícil el control de estos insectos”, explica Jelena Kaifenheim, responsable del programa sanitario de Malteser-International-es, la agencia de ayuda internacional humanitaria de la Orden de Malta. “En Haití, donde muchas personas viven en alojamientos precarios y zonas degradadas, sin sistemas de alcantarillado, estas áreas se pueden convertir fácilmente en terreno fértil para los mosquitos”.

Para luchar contra la expansión de la enfermedad, Malteser-International-es desarrolla campañas de sensibilización, con eventos en directo y anuncios de radio, como por ejemplo: “¿Cómo reconocer esta enfermedad? Fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, fuertes dolores en los huesos, prurito. Si tiene fiebre y cualquiera de los otros síntomas, acuda inmediatamente a un médico”.

Malteser-International-es ha participado además en la formación de 50 agentes sanitarios sobre la prevención del virus. El proyecto cuenta con el apoyo financiero del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.