Llamamiento del Gran Maestre por el fin de las discriminaciones
Las noticias de violencia y discriminación religiosa que llegan de Irak describen una tragedia humanitaria, habiendo empujado a los cristianos del norte del país a huir.
Son más de 200.000 las personas huídas en las últimas semanas del norte de Irak, a raíz de la avanzada del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS). Es un dato de la misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI), que también afirma que la mayoría de los huidos pertenecen a minorías religiosas. En el norte de Irak la situación es desesperada, una verdadera tragedia, ha denunciado la misión de Naciones Unidas.
En las últimas horas, el conflicto se ha intensificado en torno a Qaraqosh, la principal ciudad cristiana en Irak. La zona circundante está invadida de militantes del denominado califato islámico. El patriarca caldeo, Louis Sako, jefe de la mayor iglesia cristiana en Irak, confirma: “En los últimos días, 100.000 cristianos han huido a pie con lo puesto, en dirección al Kurdistán. Se trata de una catástrofe humanitaria: las iglesias están siendo ocupadas y sus cruces destruidas”.
Esta mañana, el Papa Francisco ha condenado esta tragedia, invitando a la comunidad internacional a hacer más y ejercer presiones para que cesen las persecuciones y la crisis humanitaria.
La práctica totalidad de la comunidad cristiana de la zona de Mosul se ha visto obligada a abandonar sus propias tierras, donde se desarrollaban las tradiciones de una de las más antiguas comunidades cristianas.
El Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta, Frey Matthew Festing, ha expresado su “honda preocupación” por los acontecimientos de los últimos días en Irak. Declarando “inaceptable la persecución por causa de la fe”, ha invitado a los miembros y voluntarios de la Orden de Malta a rezar por el pueblo iraquí y por el fin de la violencia y las discriminaciones.
En Karamless, al norte de Irak y a 20 kilómetros de Mosul, Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, prestaba atención sanitaria gratuita en un edificio transformado en centro médico provisional, propiedad de la iglesia caldea. A causa de los refugiados, huidos en masa de los enfrentamientos armados y de las amenazas de muerte, la comunidad cristiana estaba creciendo en el pequeño pueblo. Hoy, frente a la avanzada de los militantes de ISIS, el centro médico se ha visto obligado a cerrar.
Un equipo de Malteser-International-es está evaluando actualmente la situación, para valorar la posibilidad de aumentar sus actividades humanitarias en la región.