El Gran Maestre Frey Matthew Festing, reconociendo la labor del cuerpo de ayuda italiano de la Orden de Malta (CISOM), fuertemente implicado en la crisis actual de los inmigrantes frente a las cosas italianas, ha declarado: “Debemos detener esta trágica pérdida de vidas y este tráfico cruel. Corresponde a todas las naciones civilizadas, de cualquier credo, diseñar medidas adecuadas en ayuda de los necesitados, pero también incitar a estos delincuentes a cesar sus terribles actividades.
La Orden de Malta colabora desde 2008 con los guardacostas italianos, la Guarda de Finanzas y la Marina italiana, ofreciendo asistencia médica a los miles de inmigrantes que llegan por mar. Ni los guardacostas ni la Orden de Malta estábamos preparados para las llegadas masivas desesperadas que estamos viendo estas últimas semanas”.
Testimonio de un rescate, por un médico de la Orden de Malta
Cientos de personas fallecieron este domingo, después de que un buque cargado de inmigrantes naufragara en el Mediterráneo frente a las costas de Libia.
Giuseppe Pomilla, uno de los médicos del cuerpo de ayuda italiano de la Orden de Malta de guardia esa noche, describe las tres horas que pasó buscando supervivientes en el mar, entre los cientos de cadáveres: “Era una pesadilla. Un cementerio. Había cadáveres donde quiera que mirases.
Al principio parecía que no quedaba nadie vivo. Era la una de la madrugada, y el mar estaba negro. Con mi linterna sólo podía ver dos o tres metros más allá del bote. Pero era fácil saber si los naufragados estaban muertos, porque cuando mueres asfixiado los ojos se vuelven rojos.
Todos tenían los ojos rojos, todos hombres jóvenes. La mayoría llevaban camisetas y ropa normal, pero algunos estaban desnudos. Quizá las corrientes habían arrastrado sus ropas.”
En 2014, unos 220.000 refugiados e inmigrantes intentaron cruzar el Mediterráneo, de los cuales la mayoría tuvieron que ser rescatados por la Marina italiana, los guardacostas o buques mercantes.