Carta del Lugarteniente del Gran Maestre Frey John Dunlap en respuesta al mensaje del Papa Francisco con motivo de la 56ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el 1 de enero de 2023

Beatísimo Padre,

Al término de este año, tan difícil y doloroso para una gran parte de la familia de la humanidad, el mensaje de Su Santidad con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz nos ofrece el resultado de una profunda y dolorosa reflexión, nos invita a hacerla nuestra y, cada uno con sus medios y posibilidades, a continuarla y desarrollarla como camino a seguir en nuestra andadura para 2023.

El mensaje cuya lectura, como cada año, proponemos a los más de 13.000 miembros de la Orden de Malta y los 150.000 voluntarios y trabajadores, llama nuestra atención sobre la misión primaria y esencial de la Orden: la asistencia a los necesitados y a los enfermos, con el espíritu de caridad cristiana que transforma cada acción en una oración al Señor.

La pandemia, que ha golpeado al mundo entero y que aún hoy escapa a todo control incluso en los países grandes y científicamente avanzados, ha representado no sólo una gran tragedia humana, sino también un acelerador imprevisto e imparable de procesos que ya estaban en marcha: cambios sustanciales, y no siempre positivos, en la producción y el intercambio de bienes, en la forma de comunicarnos y relacionarnos con el prójimo, en la enseñanza e incluso en la práctica religiosa.

Tres años después del estallido de la pandemia y diez meses después del inicio de la tragedia ucraniana, nos resulta difícil distinguir las consecuencias y las interacciones entre una y otra, pero no podemos dejar de constatar peligrosas y graves derivas que amenazan la convivencia humana serena, equilibrada y justa. Las grandes tendencias que vemos desarrollarse ante nosotros van en contra de nuestras esperanzas, propuestas y defendidas con fuerza por Su Santidad: las desigualdades aumentan rápidamente dentro de cada país y entre las naciones, la pobreza crece y nos aleja del objetivo de «hambre cero» que la comunidad internacional se comprometió a alcanzar hace menos de diez años, la producción y venta de armamento crece año tras año, e incluso la «red de seguridad», ese multilateralismo en el que la humanidad ha depositado tantas esperanzas, está en profunda crisis.

Todavía estamos lejos de comprender cómo hacer frente a fenómenos nuevos y en rápida evolución; la enseñanza de Su Santidad, la comprensión de que «las diversas crisis morales, sociales, políticas y económicas que padecemos están todas interconectadas» puede ayudarnos a encontrar la manera de reducir los efectos negativos y potenciar los positivos de las grandes pruebas a las que toda la humanidad ha estado, y sigue estando, sometida.

Del mensaje de Su Santidad, que apoyamos plenamente y con devoción filial, nos impresiona la invitación sencilla y esencial que se desprende de él: «¡Juntos!»

Lo atesoraremos y lo guardaremos en nuestros corazones para el año que está a punto de comenzar.

Quisiera transmitir a Su Santidad la expresión de mi devoción y la de la Orden de Malta en su conjunto, y asegurarle que le acompañan nuestras continuas oraciones: las mías, las de la comunidad del Gran Magisterio, las de toda la Orden.

Frey John Dunlap