Este acuerdo de cooperación internacional ha sido firmado en Roma el 22 de octubre entre la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta y La Alianza de las Órdenes de San Juan de Jerusalén, con el objetivo de conseguir una mayor eficacia en su labor en favor de los enfermos y los necesitados en todo el mundo.
Los Órdenes se han reunido para dar vida a un acuerdo histórico que influirá en la existencia de millones de personas.
Presentes en más de 150 países del mundo, con miles de donantes, y con la capacidad de movilizar a casi medio millón de voluntarios fijos, forman un ejército de personal especializado en la ayuda humanitaria que estará disponible a nivel internacional. Las Órdenes concuerdan en que los efectos de unos recursos tan amplios, adiestrados y preparados para actuar en cualquier momento, aportarán enormes beneficios a todos los necesitados.
Las cinco Órdenes de San Juan gestionan en todo el mundo servicios de ambulancias, primeros auxilios, hospitales y hospicios, centros médicos, y programas para jóvenes, ancianos, discapacitados, niños y personas sin techo. Ofrecen cursos en primeros auxilios y proporcionan asistencia humanitaria urgente en casos de catástrofes naturales en todo el mundo.
Con una tradición que se remonta al medievo, cuando la atención a los peregrinos y a los enfermos era llevada a cabo por la Orden de San Juan de Jerusalén, hoy en día las cinco Órdenes de San Juan siguen ocupándose de los enfermos y de los pobres bajo el signo de la cruz blanca octagonal. Comparten el mismo compromiso Cristiano: la misión de realizar programas de calidad y de donar fondos para estas actividades, aparte de criterios de admisión muy rigurosos.
El acuerdo se desarrollará a diversos niveles en los distintos organismos, de modo que las actividades conjuntas puedan ser llevadas a cabo por los órganos del gobierno, por las estructuras humanitarias, y por los miembros, voluntarios y empleados. Al mismo tiempo, el acuerdo respeta las denominaciones de cada una de las Órdenes y su independencia.
En los próximos meses los representantes de las cinco Órdenes se reunirán para definir las primeras aplicaciones de este histórico acuerdo, después de su firma durante la Conferencia de Roma.
Las denominaciones oficiales de las cinco Órdenes:
– Soberana Órden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta
– Bailiaje de Brandeburgo de San Juan de Jerusalén
– Venerable Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén
– Orden de San Juan de los Países Bajos
– Orden de San Juan de Suecia
Nos referimos a continuación al discurso pronunciado por Frey Andrew Bertie, Gran Maestre de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta en el encuentro con la Alianza de las Órdenes de San Juan.
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En el curso de nuestra última reunión en La Haya hace tres años creamos un grupo de trabajo mixto con el objetivo de elaborar documentos sobre nuestra tradición común y propuestas para una colaboración eficaz.
El trabajo llevado a cabo por esta comisión, que será presentado a continuación, ha sido enorme y en algunos momentos difícil. Quiero dar las gracias de todo corazón a los miembros de esta comisión. Sé bien cuánto trabajo y cuántos esfuerzos han sido invertidos en esta tarea.
Quiero además subrayar con satisfacción que los vínculos de confianza entre nuestras Órdenes se están haciendo más fuertes gracias a este trabajo y por tanto nuestras relaciones se están haciendo mucho más estrechas.
A la conclusión de este encuentro firmaremos un documento común. Espero que de este modo nos acercaremos cada vez más a nuestros objetivos y reforzaremos nuestras iniciativas para contrastar las numerosas organizaciones que usan nuestros nombres y símbolos de manera ilícita.
Juntos tenemos una gran presencia en más de 150 países, con casi medio millón de personas que trabajan bajo el signo de nuestra cruz.
En esta época de hedonismo y terrorismo, en que las personas luchan entre el miedo y la búsqueda del placer, estamos llamados a comprometernos de una manera más determinada con nuestra Fe cristiana. El materialismo, la indiferencia hacia la dignidad del hombre intocable desde su concepción hasta su destinación final todo esto, que nuestro Santo Padre define como la cultura de la muerte se convierte en una amenaza para el mundo, especialmente para la llamada Europa Cristiana. La legislación sobre el aborto y la eutanasia son sólo la punta del iceberg.
En la Orden de Malta, durante un encuentro internacional en Malta el pasado mes de enero, reflexionamos sobre la cuestión de cómo podemos ayudar mejor a nuestros miembros para ser testigos de nuestra Fe Las consideraciones sobre la preparación de nuevos miembros y el apoyo continuado a todos nuestros miembros para profundizar en sus conocimientos religiosos y en su espiritualidad fueron el centro del encuentro.
Sin esta base nuestra acción humanitaria no será un testimonio del amor de Cristo. Bajo el signo de la cruz de ocho puntas no hay espacio para el humanitarismo puro, que a menudo está promovido por ideologías equivocadas.
Juntos podemos formar un ejército fuerte que difunda en el nombre de Cristo las buenas noticias del evangelio a través de una ayuda activa y eficaz hacia los enfermos y los pobres. Esta mañana hemos rezado juntos para encontrar el coraje y la fuerza para cumplir este deber. Permanezcamos unidos en esta oración.