Jefa de la Misión Permanente ante Naciones Unidas en Ginebra, el embajador Marie-Thérèse Pictet-Althann expone los compromisos fundamentales de la misión de la Orden en el ámbito humanitario, desde la salud hasta las migraciones, y nos explica algunos de los proyectos más importantes de la Orden de Malta a favor de las mujeres. «Particularmente en el ámbito humanitario _ámbito de acción de la Misión diplomática de la Orden ante las Naciones Unidas en Ginebra_ las mujeres son a menudo las primeras en responder ante una crisis. Desempeñan un papel esencial en la supervivencia y la resiliencia de familias y comunidades, y tienen grandes capacidades para promover el diálogo y tender puentes», afirma Marie-Thérèse Pictet-Althann.

Son las mujeres y los niños los más vulnerables en caso de desplazamiento por desastres naturales o provocados por el hombre. La mayoría de las víctimas del tráfico de seres humanos son mujeres, y se las explota principalmente con fines sexuales. Para combatir esta lacra, la Orden de Malta ha intensificado recientemente su acción de lucha contra el tráfico de seres humanos con la apertura de un centro de acogida para mujeres víctimas de explotación en Nigeria y con la promoción de iniciativas de sensibilización en la comunidad internacional.

«La Orden gestiona varios proyectos destinados específicamente a la mujer. El Hospital de la Sagrada Familia en Belén es un claro ejemplo de la atención de alta calidad que ofrecen nuestros equipos médicos. Con 4.500 nacimientos al año, es el único hospital en la región que cuenta con una unidad de cuidados intensivos neonatales», recuerda el embajador Pictet. «Malteser-International-es apoya un centro para mujeres en Dohuk, en el Kurdistán iraquí, que ofrece a mujeres traumatizadas un lugar para analizar su experiencia y ayudarse las unas a las otras. Asisten a terapia, siguen cursos de formación profesional, participan en actividades deportivas y de ocio, y poco a poco vuelven a su vida normal».

La migración, los refugiados, la asistencia humanitaria, la salud y el diálogo interreligioso siguen siendo los ámbitos clave de la acción de la Misión de la Orden en Ginebra. «Con la adopción del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular en Marrakech y el Pacto Mundial sobre Refugiados, aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre, hemos alcanzado una nueva etapa; trabajamos ahora en la puesta en práctica de estos marcos de responsabilidad compartida, puesto que sabemos que los movimientos forzados de población deben ser tratados mediante la cooperación internacional, incluyendo a todos los actores, entre ellos Estados, organizaciones intergubernamentales y organizaciones de la sociedad civil», explica el embajador Pictet.

Los objetivos clave del Pacto Mundial sobre Refugiados son asistir a los países de acogida, desarrollar la autosuficiencia, ampliar el acceso al reasentamiento en terceros países y otras vías complementarias, y ayudar a los países de origen para el retorno voluntario con condiciones de seguridad y dignidad. El Pacto Mundial sobre Migración, por su parte, es un marco para la cooperación internacional en materia de migración y movilidad humana, incluidos los aspectos humanitarios, de desarrollo, de derechos humanos y otros.

Estrechamente relacionado con los desplazamientos forzados está el papel de las organizaciones e instituciones de inspiración religiosa, que pueden desempeñar un papel muy positivo en la promoción de la integración en las comunidades de acogida y la consolidación de la paz. La Orden de Malta ha participado activamente en las acciones de sensibilización sobre la contribución especial de las instituciones religiosas y las organizaciones de inspiración religiosa, que son a menudo las primeras en responder a las crisis, y las últimas en irse. Fue el sentido de su participación activa en la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en 2016 en Estambul, Turquía. «Ahora estamos trabajando para reforzar y unir a todos estos actores que comparten una misma visión de la humanidad, para ofrecer una ayuda eficaz a las poblaciones que sufren», concluye Marie-Thérèse Pictet-Althann.

El próximo evento organizado por la Misión Permanente en colaboración con la Santa Sede y otras instituciones, «El papel de las religiones en la resolución de conflictos», se celebrará el 7 de noviembre en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra.