Elegido hace exactamente dos años como 80º Príncipe y Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta después de haber guiado a la Orden como Lugarteniente del Gran Maestre desde abril de 2017 a mayo de 2018, Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto tomó el timón de la antigua orden católica en un momento crítico, caracterizado por una crisis institucional que había causado profundas fracturas. Con sus modos suaves pero impregnados de autoridad y determinación, Frey Giacomo permitió a la Orden de Malta pasar página y dar inicio a una nueva fase de renovación y evolución, a partir de una revisión de la Carta Constitucional. Un proceso delicado al que el Gran Maestre dedicó su máxima atención, asegurándose de que fuese lo más inclusivo posible y al mismo tiempo capaz de responder a las exigencias de una institución en crecimiento. Rápidamente consiguió que volviese la armonía al seno de la Orden y a las relaciones con el Papa.
Frey Giacomo era sobrino de un periodista que, durante la segunda guerra mundial, desafió al régimen fascista desde las páginas del periódico que dirigía, el Osservatore Romano, declarándose abiertamente contra la persecución a los judíos y a los antifascistas. También desafió al régimen desde su propio hogar, acogiendo en su casa del barrio Ciudad Leonina a varios opositores al régimen, como Alcide De Gasperi.
Frey Giacomo recordaba a menudo a su familia, sus queridos hermanos y hermanas, y los difíciles momentos que su abuelo había vivido durante el periodo fascista. Frey Giacomo realizó la mayor parte de su actividad profesional, combinándola con las labores de la Orden de Malta, en la Pontificia Università Urbaniana. El haber crecido y trabajado en El Vaticano le permitió conocer personalmente a la más alta jerarquía de la Iglesia.
Hombre de gran espiritualidad y profundamente dedicado a las actividades caritativas, como Gran Prior de Lombardía y Venecia y posteriormente como Gran Prior de Roma, y luego como Lugarteniente del Gran Maestre y Gran Maestre, Frey Giacomo no dejó nunca de participar en algunas de las actividades de la Orden de Malta en favor de los desfavorecidos, como la distribución de almuerzos a los sin techo en las estaciones de Termini o de Tiburtina, en Roma. Actividades en las que participaba con regularidad, también en las noches más duras del año. «Estoy al servicio de la Orden de Malta y de los necesitados», repetía a menudo.
Profundamente católico, participaba en muchas de las peregrinaciones organizadas por la Orden de Malta, como la peregrinación internacional con enfermos a Lourdes y las italianas a Loreto y Asís. Justo el día después de su elección como Lugarteniente del Gran Maestre, la víspera de salir para Lourdes, declaró: «Me alegra especialmente iniciar mi mandato como Lugarteniente del Gran Maestre con este evento que reunirá a unas siete mil personas de todo el mundo. No importa cuántas veces se haya participado en la peregrinación: siempre es una experiencia nueva que enriquece el espíritu y nos acerca al Señor. Estoy seguro de que esta peregrinación con Nuestros Señores los Enfermos, como llamamos a aquellos a quienes ayudamos, me dará fuerzas renovadas para afrontar los desafíos que me planteará este nuevo cargo».
Amable con todos, Frey Giacomo reservaba siempre una sonrisa y unas palabras de agradecimiento por su trabajo para quien se cruzase con él en los pasillos del Palacio Magistral de Via Condotti.
«El fallecimiento de Frey Giacomo Dalla Torre deja en todos nosotros un vacío difícil de superar. Era un hombre bueno y espiritual. A la cabeza de la Soberana Orden de Malta, demostró una gran capacidad diplomática y un carisma inigualable. Ha sido y seguirá siendo una figura de inspiración para muchos miembros y voluntarios», ha comentado Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas Boas, que ha asumido la guía de la Soberana Orden de Malta como Lugarteniente ad interim.
