En el Día Mundial contra la Trata de Personas, el 30 de julio de 2018, la Soberana Orden de Malta llama a los gobiernos y a la sociedad civil, incluido el sector empresarial, a tomar las medidas necesarias para prevenir y erradicar la trata de seres humanos, y proteger y asistir a las víctimas y los supervivientes. La trata de personas es una forma trágica de esclavitud moderna, un delito y una grave amenaza para la dignidad humana y la integridad física de los seres humanos.
«La Orden de Malta desea subrayar la necesidad de mejorar las sinergias, las alianzas y la colaboración entre las distintas agencias de Naciones Unidas, las organizaciones regionales y las organizaciones no gubernamentales locales e internacionales, incluidas las organizaciones de inspiración religiosa», afirma Albrecht Boeselager, Gran Canciller de la Orden de Malta. «Urge desesperadamente tomar medidas para evitar las violaciones, proteger a las víctimas, procesar a los responsables, compartir estudios y testimonios, identificar buenas prácticas, sensibilizar a la población y colaborar activamente con organizaciones regionales y subregionales».
En cumplimiento de su misión de asistencia a los más vulnerables, la Soberana Orden de Malta intensifica su lucha contra la trata de personas, mediante la asistencia social y la acción humanitaria de sus Asociaciones nacionales y su organización de ayuda internacional, Malteser-International-es, y mediante su red diplomática, especialmente sus dos embajadores específicamente designados para la lucha contra la trata. Basados en Ginebra (Suiza) y en Lagos (Nigeria), Michel Veuthey, embajador para la supervisión y la lucha contra la trata de seres humanos, y Romain de Villeneuve, embajador especial para África, trabajan por reforzar el compromiso de la Orden de Malta a través de proyectos locales y a nivel diplomático.
La Orden de Malta también recalca la importancia de estudiar la esclavitud moderna en las cadenas de suministro. «Es imprescindible concentrarse en la demanda de trabajo forzoso», señala el embajador Michel Veuthey. «Se deberían crear etiquetas «Slave-free» (libre de esclavitud) para productos y servicios. Hoy en día se puede encontrar formas de esclavitud moderna en cadenas de suministro de todas las regiones del mundo. Con unos beneficios ilegales anuales estimados en 150.000 millones de dólares estadounidenses, éste es uno de los mayores retos de la economía mundial actual. A menos que se puedan realizar progresos sustanciales, los objetivos de cadenas de suministro sostenible y de desarrollo sostenible serán papel mojado».
La Orden de Malta se complace en citar a Su Santidad el Papa Francisco, que ha denunciado repetidamente esta plaga y lanzado un llamamiento a la acción: «Ante esta realidad trágica, nadie puede lavarse las manos si no quiere ser, en cualquier modo, cómplice de este crimen contra la humanidad. (…) Este trabajo inmenso, que requiere valentía, paciencia y perseverancia, necesita un esfuerzo común y global por parte de los diversos actores que componen la sociedad» (mensaje del Santo Padre a los participantes en el II Foro internacional sobre las formas modernas de esclavitud, mayo de 2018).
La Orden de Malta trabaja con la Santa Sede, con los Estados, las organizaciones internacionales, las organizaciones de inspiración religiosa locales. Por ejemplo, apoya el refugio Bakhita Villa, un centro para supervivientes en Lagos (Nigeria) gestionado por la hermana Patricia Ebegbulem, de las Hermanas de Saint Louis.